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sábado, 10 de enero de 2015

Exdirector del CNI afirma que Europa tiene medidas para protegerse pero hay que asumir "un nivel de riesgo"

El ex director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Jorge Dezcallar, ha destacado este viernes, tras el atentado que acabó con la vida de doce personas en la redacción del semanario satírico 'Charlie Hebdo' en París, que Europa tiene medidas apropiadas para afrontar este tipo de terrorismo, pero "es imposible protegerlo todo, todo el tiempo", por lo que ha asegurado que hay que asumir "un nivel de riesgo".


El ex director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Jorge Dezcallar, ha destacado este viernes, tras el atentado que acabó con la vida de doce personas en la redacción del semanario satírico 'Charlie Hebdo' en París, que Europa tiene medidas apropiadas para afrontar este tipo de terrorismo, pero "es imposible protegerlo todo, todo el tiempo", por lo que ha asegurado que hay que asumir "un nivel de riesgo". Así lo ha asegurado en declaraciones a El Faristol de IB3 Radio, recogidas por Europa Press, al explicar que Europa está preparada, pero ha destacado que que conviene "hacerse a la idea de que hay que ser capaces de asumir un nivel de riesgo. Sino, viviríamos en un estado policial como Corea del Norte y tampoco es eso lo que queremos", ha subrayado. Asimismo, ha recalcado que se trabaja para conocer a este tipo de terroristas, por medio de estudios e infiltrados, y que los atentados que no se producen no trascienden, pero que son "muchos los atentados que se impiden", pero los que no se impiden son los que generan "esta tensión". En su opinión, "los terroristas lo eligen todo y eso les da una gran ventaja", pero también ha destacado que "a medida que ellos evolucionan, los sistemas de inteligencia también lo hacen". "Lo esencial es que la libertad es consustancial con un elemento de riesgo y eso debemos aceptarlo sino queremos vivir en un régimen represor", ha aseverado. "capacidad de defensa" Por otro lado, preguntado por el caso concreto de España, Dezcallar ha asegurado que "estamos bastante protegidos", porque, según ha destacado, "si alguien sabe de terrorismo desgraciadamente somos nosotros. Estamos preparados, aunque se puede escapar algo", ha reconocido. Por último, ha destacado que Europa en "un objetivo" y que España tiene "más riesgo potencial" que otros países porque fue Al Andalus y "algunos fanáticos quieren recuperar eso". "En Europa hay riesgo y quien lo niegue no sabe de lo que está hablando, pero eso no significa que estemos indefensos, al contrario: tenemos capacidad de defendernos", ha concluido.

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España, en alerta contra el terrorismo



El ataque terrorista en Francia ha tenido un efecto contagio en los países limítrofes en lo que a medidas de seguridad se refiere. Así, tras conocerse el ataque se reforzaron las fronteras terrestres de los países que limitan con Francia. En el caso de España, se aumentó el nivel de alerta antiterrorista y además se ha reforzado la vigilancia a una serie de islamistas asentados en España.

El atentado en el que murieron doce personas en Francia tras el ataque a la revista Charlie Hebdo ha desatado las alarmas en Europa. España también se ha preparado para la situación. La primera de las medidas tomadas fue el aumento del nivel de alarma ante un posible atentado terrorista. Este jueves día 8, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, anunció que se aumentaba un grado el nivel de alerta por este suceso.
De esta forma, España se encuentra ahora en el nivel de 3 con intensidad baja; un grado por encima del nivel 2 con intensidad alta en el que se encontraba antes del ataque. La subida del nivel de alerta se toma de "manera transitoria" y "no existe motivo para una alarma adicional", declaró ante los medios Fernández Díaz. La decisión se tomó tras la reunión del ministro con los máximos responsables de la lucha antiterrorista de la Policía Nacional, la Guardia Civil, el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
Por su parte, la Policía Nacional ha enviado un escrito a las comisarias para ordenar la puesta en marcha de un plan de protección de infraestructuras críticas con el objetivo de prevenir un posible ataque yihadista. Dentro de estas instalaciones se engloban tanto estaciones de autobuses y trenes, como aeropuertos, instalaciones eléctricas y dependencias oficiales. En el escrito enviado por la Policía se explica que tras el atentado de París se han establecido las correspondientes medidas siendo necesaria la participación de todas las unidades policiales para poder cubrir las instalaciones.
Radicales en España
Una de las últimas medidas que se han conocido al respecto es el aumento de la vigilancia de los radicales que viven en España tras producirse el atentado contra la revista Charlie Hebdo. Nuestro país se ha convertido en uno de los lugares que sirven para reclutar a jóvenes que se alistan para ir a luchar en las guerras de Iraq o Siria.
En 2014, las autoridades cifran en 17 los muertos yihadistas procedentes de España en las zonas de conflicto del estado islámico. Además, ocho combatientes volvieron a nuestro país, de los que siete fueron detenidos y se encuentran en prisión. Se calcula además, que hay unos 36 yihadistas con origen de España en Siria e Iraq de forma permanente. En total, de la Unión Europea se habrían desplazado a la zona unos 5.000 individuos.
Si en un primer momento, la procedencia de los jóvenes solía provenir de barrios periféricos de Ceuta como el Príncipe, en los últimos tiempos se ha conocido la movilización de jóvenes residentes en Cataluña. Las últimas informaciones hablan además de una migración del yihadismo hacia Valencia y Murcia. 

España eleva el nivel de amenaza terrorista

El Gobierno español ha subido el nivel de amenaza terrorista. Infraestructuras como estaciones de transportes cuentan con agentes patrullando, y un centenar de personas que podrían representar un peligro potencial están siendo vigiladas. Por su parte, la comunidad musulmana española condena los atentados de Francia.

Los recientes ataques terroristas en Francia también han elevado la tensión en su país vecino. Este jueves, en Madrid, capital española, un paquete sospechoso en la estación de metro y tren de Nuevos Ministerios provocaba que saltasen todas las alertas. Finalmente, se trataba de una falsa alarma.

Un día después, la estación amanecía tranquila aparentemente, como un día cualquiera. Pero lo cierto es que el Gobierno ha elevado el nivel de amenaza terrorista hasta el 3, de baja intensidad. Infraestructuras críticas como estaciones de ferrocarril, o centros con afluencia turística, como museos, han visto reforzada su seguridad.

Entre las medidas adoptadas cabe mencionar el seguimiento exhaustivo de un centenar de personas que potencialmente, por sus comunicaciones en las redes sociales, podrían suponer un riesgo para la seguridad.

La población española se muestra tranquila, a pesar de la mayor presencia de agentes de los cuerpos de seguridad del Estado.

Por su parte, la comunidad musulmana en España se muestra preocupada. Sabe que uno de los efectos colaterales de atentado terrorista en Francia es el recelo que puedan levantar otros musulmanes entre la sociedad española.

El nivel de amenaza terrorista decretado por el Gobierno no es muy elevado, sin embargo 3000 agentes del Cuerpo Nacional de Policía, de la Guardia Civil y del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) se dedican exclusivamente a rastrear posibles amenazas terroristas. Es decir, 20 veces más que los agentes destinados a la misma labor en el momento de los atentados en la estación de Atocha, en Madrid, el 11 de marzo de 2004.

La reforma del Código Penal y la LECrim reforzarán la lucha contra el terrorismo yihadista



Soraya Sáenz de Santamaría ha avanzado que el Ejecutivo tiene la intención de hablar con la oposición "para poder analizar qué medidas, en la discusión de esos proyectos de ley, pueden ser eficaces en lucha contra el yihadismo". Y ha recordado "que solo en 2014 se han llevado a cabo doce grandes operaciones contra el yihadismo que se han saldado con 74 detenidos", y ha subrayado que se trabaja en colaboración con otros países para tener un control lo más exhaustivo posible de los denominados terroristas retornados.
La vicepresidenta ha precisado también que en estos momentos el Gobierno se plantea "intensificar la colaboración y la cooperación a nivel internacional".
En este sentido ha incidido en que la reunión internacional de seguridad que se celebrará el fin de semana en París "es un buen elemento para seguir insistiendo en medidas de coordinación y colaboración que se puedan adoptar en el seno de la UE y con otros estados, como Estados Unidos o Canadá, que vienen aplicando medidas de naturaleza similar". La lucha contra el terrorismo yihadista no puede ser abordado por un solo Estado, sino que debe ser un trabajo conjunto de la UE y de toda la comunidad internacional, con el objetivo de compartir recursos e inteligencia.
Recientemente, en una entrevista radiofónica la vicepresideta aseguraba "que los servicios de inteligencia prestan apoyo a las misiones militares en el exterior y trabajan en coordinación con sus homólogos de otros países aliados pero también de las zonas donde actúan". Eso sí, reconociendo que hay que fortalecer los medios de inteligencia y en ese contexto ha explicado el aumento de 20 millones de euros en los Presupuestos de 2015 para el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
“El riesgo cero no existe”
El Gobierno no baja la guardia frente a la amenaza terrorista que supone el yihadismo y ha advertido de que "el riesgo cero no existe" y "nadie está libre de la barbarie", según ha dicho la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta se ha referido así a la actual amenaza yihadista tras los atentados de París.
Tras elogiar el trabajo de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y de jueces y fiscales, Sáenz de Santamaría ha explicado que España es "uno de los países más seguros del mundo", con experiencia en la lucha antiterrorista y una legislación "muy rigurosa" en este sentido.
No obstante ha advertido de que "el riesgo cero no existe" y "nadie está libre de la barbarie", por lo que "no hay que bajar la guardia.
La vicepresidenta ha recordado que tras el atentado contra el semanario Charlie Hebdo en París, el Ministerio del Interior ha elevado un escalón el nivel de alerta antiterrorista, lo que supone que las fuerzas de seguridad "prestan aún más atención" y ponen en marcha protocolos adicionales", como la vigilancia de las infraestructuras críticas.

Red, mapa, oídos y ojos del CNI



La Vicepresidenta del Gobierno se ha pronunciado en un asunto tan básico como es la seguridad de los españoles por boca e informes de su largo brazo en la Cuesta de las Perdices, que no es otro que el general Félix Sanz Roldán, que lleva cinco años al frente del Servicio de Información e Inteligencia del Estado (CNI).
Es en estos momentos y ahora cuando la “reforma FSR” al frente del Centro adquiere más importancia estratégica y táctica y el Gobierno se felicita por haber confirmado al conquense uniformado como jefe de los Servicios Secretos –que fue objeto recientemente de un personal y brutal ataque mediático– tan furibundo como estulto.
Atentados, mientras vivan terroristas, puede haber en cualquier momento, circunstancia y país. Sin duda. Pero España, tras la terrible y trágica experiencia del 11-M ofrece menos vulnerabilidad sencillamente porque su mando está centralizado en el CNI –frente a los 19 servicios de Información e Inteligencia que tiene, por ejemplo, Estados Unidos-y desde aquella masacre de Atocha la plantilla de especialistas antiyihadistas se ha duplicado. Desde hace ya muchos años, el principal foco de atención de los SS españoles son en cualquier caso el terrorismo de ese corte. Se han conseguido grandes resultados que no necesariamente han tenido que ser ni son conocidos por la opinión publicada y pública.
Uno de los objetivos del general/director fue desde el primer momento intensificar los contactos con los grandes servicios occidentales –Francia, Reino Unido, EEUU, Italia– pero también y fundamentalmente con Marruecos, donde tras los desencuentros y reticencias producto del 11-M y otros daños colaterales se han reforzado los lazos e incluso España sirve de puente en estos momentos entre sus homólogos de Rabat y París, cuyas relaciones saltaron recientemente por los aires. No hay que olvidan que Sanz Roldán estuvo en puestos claves en la OTAN y Francia le ha considerado siempre persona proba y de confianza (Legión de Honor en su más alto rango).
La centralización del mando político en la número dos del Ejecutivo ha dado, asimismo, más operatividad al Servicio. Se sabe quien orienta políticamente, y el que ejecuta técnicamente lo tiene más claro. Casualidad que ha permitido también mejorar la relación con los mandos policiales que entienden de estas cuestiones en el siempre enmarañado mundo de los Servicios Secretos.
A pesar de los 3.700 hombres y mujeres que están en el Servicio de la Comunidad Nacional de Inteligencia y otra legión de funcionarios policiales adscritos a estos menesteres, ¿podemos afirmar taxativamente que la vasta red, mapa, oídos y ojos del CNI nos garantizan riesgo 0 en la seguridad colectiva?