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viernes, 24 de mayo de 2013

Rajoy crea un 'CNI' económico para empresas en el extranjero

Así lo cuenta este miércoles en su portada el diario el Economista. Dice que "Economía crea su propio CNI para defender a las empresas fuera" y evitar así "casos como el de Repsol en Argentina". Según esta información, esta agencia estaría coordinada por Moncloa y se llamaría "Sistema Nacional de Inteligencia Económico" (SIE). La dirección estaría encomendada al Ministerio de Ecnoomía y Competitividad, aunque formarán parte de este nuevo sistema de inteligencia económica los ministerios de Asuntos Exteriores y Defensa, además del propio CNI.
Su principal objetivo, según este diario, sería "detectar y prevenir actuaciones contrarias a los intereses económicos de España y sus empresas. Esa es la principal misión que el Gobierno encomendará" a este SIE, dice el Economista. El sistema se articulará en torno a dos juntas interministeriales con representación de todos los departamentos implicados.
En cuanto al protagonista del día, José María Aznar, sólo Expansión se hizo eco. La entrevista de anoche en Antena 3 parece que sólo pudo ser seguida antes del cierre en el económico de Unidad Editorial. En su portada leemos: "Aznar pide a Rajoy bajar impuestos 'ahora' para aliviar a la clase media". Añade en su comentario de portada que "el expresidente marcó ayer distancias con la política económica del Gobierno de Rajoy y reclamó que se bajen impuestos "ahora" para "cuidar a las clases medias del país" y cumplir "con el mandato" electoral recibido".
Además, en Expansión cuentan que Apple ha sido acusada "de crear una trama para eludir impuestos" y añade que "EEUU critica el entramado de filiales fantasmas del gigante tecnológico mundial" porque "España estrecha el cerco sobre Google, Dell y Apple". Ésta es una información que recogen también el Economista y Cinco Días que titula: "La UE se propone atajar en este año la evasión de las multinacionales" ya que se trataría de una "gran preocupación" para Bruselas. En el económico de Prisa hablan de "cerco a los trucos fiscales de las tecnología".
En este diario también destacan que España tiene 41 modelos de contrato, lo que coloca a nuestro país "en las antípodas de un sistema de contrato único como recomienda la UE". Sobre el encuentro de la ministra Báñez con Úrsula Von der Leyen, su homóloga alemana, destaca Cinco Días que "Alemania promete trabajo a miles de jóvenes españoles". En este diario abren su edición de hoy hablando de "vacuna 'antipescanovas'" y añaden que "la CNMV pone la lupa en los informes de gestión de las cotizadas".
Por último, en Expansión encontramos más reproches a Montoro de los que ya le dedicó Aznar en su entrevista de ayer en Antena 3. Dice Expansión que las CCAA incumplidoras podrán gastar 6.400 millones más este año, mientras que las que cumplieron "deberán hacer un ajuste extra de 1.115 millones".

Los falsos agentes del CNI exigieron 200.000 euros a un empresario para no detenerlo

La presunta extorsión fue posterior a un ficticio intento de comprarle unos dinares iraquíes

El caso ‘Tres Reyes’, que ha destapado una presunta trama de extorsión a empresarios basada en la acción de falsos agentes del CNI, tuvo su origen en las coacciones que denunció a finales del pasado mes de enero un empresario copropietario de 128 millones de dinares iraquíes en papel moneda.
Según desvela el sumario, al empresario, el constructor Manuel Rodríguez, apoderado de Segaly (la sociedad que compró los dinares en los años 1995 y 1996), le llegaron a exigir 200.000 euros para no encarcelarlo por tener esa mercancía. Le presionaron, basándose en su falsa identidad como miembros de los servicios de inteligencia, con que  la posesión de dinares iraquíes está prohibida y que “todos los que tienen están en la cárcel”. Y le dieron un plazo de dos horas para reunir el dinero.
Pero el asunto no comenzó como un presunto intento de extorsión, sino de posible estafa. Los hechos, de acuerdo con el relato de la denuncia que obra en la investigación, se sucedieron de la siguiente manera:
A finales de diciembre del año pasado, el todavía entonces abogado del Estado jefe, Demetrio Carmona, contactó con este empresario y concertaron una cita. En ella -siempre según la denuncia- Carmona le comenta que unos conocidos suyos quieren quedar con él para hacerle una propuesta en torno a la mercancía que este posee, dinares de la época de Sadam Hussein.
En una cita posterior, el abogado del Estado le presenta a dos hombres, identificados como Nacho Flores y Luis Miguel Graña, que dicen ser de Madrid (“gente muy importante”, le dicen) y que le ofrecen una operación comercial para buscar un comprador de los dinares, en España o en el extranjero.
 Unos días más tarde, en una reunión en el despacho de Rogelio Vargas, Demetrio Carmona -prosigue el relato de hechos- le presenta a una tercera persona como “un jefe de la policía secreta”, quien dice tener un comprador para la mercancía.
Fruto de esa reunión comienzan las supuestas negociaciones y llegan a hacer un viaje a Madrid, viaje en el que le acompañan Demetrio Carmona y Ángel Morales. En Madrid se vuelven a encontrar con Flores y Graña, y le instan a firmar un documento notarial a nombre del segundo para que este pueda negociar con los dinares. En esa reunión ya se fijó el precio de la presunta intermediación: un 10% de la cantidad final de venta.
Unas fechas después, el 27 de diciembre, ya en Almería, se celebra una nueva reunión en un conocido hotel. A ella acuden el empresario con su hijo y, por la otra parte, Demetrio Carmona, y los mencionados Flores y Graña. De acuerdo con la narración de la denuncia, en ese encuentro comenzó a ‘torcerse’ el presunto negocio, porque los falsos agentes intentaron cambiar las condiciones de negociación y le propusieron al empresario abrir una cuenta en un banco suizo para hacer el pago y que viajara hasta ese país solo con ellos para hacer la transacción.
Al empresario esto le generó desconfianza porque, según su propio relato, “no tenía nada que esconder, puesto que había tributado en España por la mercancía”.
Tras imponer Manuel Rodríguez sus propias condiciones, como que la transacción se hiciera en Almería, en su banco de siempre, todo se precipita. El 24 de enero, Demetrio Carmona le vuelve a citar y le dice que “algo raro ocurre con la operación, que sus amigos le dicen que se aparte de la misma”. A continuación recibe una llamada para citarle al día siguiente en Aguadulce.
El encuentro se produce finalmente en una gasolinera de Aguadulce, junto a la autovía. Allí se presentan Nacho Flores y una persona que dice llamarse señor Cuenca y ser capitán de un cuerpo de inteligencia del Estado (posteriormente fue identificado como José Antonio Mateos). Ambos le enseñaron de forma fugaz unas placas -falsificadas, como después se demostró- y le quisieron intimidar diciéndole que la tenencia de dinares iraquíes está prohibida, y que todos los que tienen dicha mercancía están en prisión. Aún más, le aseguraron que si él no lo estaba era “por deferencia al señor Demetrio Carmona”.
Fue en ese momento cuando le exigieron el pago de 200.000 euros en un plazo máximo de tres horas. En caso contrario -amenazaron- lo llevarían a Madrid “en el coche y con las luces puestas”. También le advirtieron de que no llamara a nadie por teléfono porque ellos mismos “se lo habían pinchado”.
El empresario, consciente  de la presunta extorsión, aceptó regresar al mismo lugar a las cuatro de la tarde, con el dinero. No lo hizo. Presentó denuncia en la Guardia Civil y comenzó la investigación de ‘Tres Reyes’.
La Voz de Almería
Redacción


Mossos contra CNI. La Policía autonómica tiene orden de identificar a todos los ‘espías españoles’ en Cataluña: acusan al Centro de la filtración sobre las cuentas de Pujol y Más







La Generalitat ha iniciado una 'guerra soterrada' contra los agentes del CNI destinados y que trabajan en Cataluña. Trasfondo: acusa al Centro de estar detrás de las filtraciones sobre casos de corrupción de altos dirigentes del Govern y en concreto sobre las cuentas de Mas y Pujol. Los Mossos d'Esquadra han recibido orden de identificar a los 'espías españoles'.
La primera sorpresa saltó durante la última reunión de la Comisión de Fondos Reservados, en el Congreso. El director del Centro Nacional de Inteligencia, Félix Sanz Roldán, aseguró tener constancia que la red diplomática catalana en el extranjero, Diplocat, estaba intentando conocer la identidad de los agentes del CNI que trabajan en embajadas fuera de España.
“Desde el más alto nivel”
Sin embargo, tal y como ha sabido El Confidencial Digital de fuentes de los servicios de inteligencia, esas consignas no se han limitado exclusivamente a territorio extranjero: existe una orden al cuerpo policial autonómico, “llegada del más alto nivel”, para que se obtenga la identidad –y se registre en un fichero- de los agentes del CNI que trabajen o colaboren en operaciones con los Mossos.
Se trata, según cuentan estas voces, de un intento por parte de cargos del Departament d'Interior catalán de “contraatacar”, tras lo que consideran filtraciones de información sobre la existencia de cuentas en Suiza de Jordi Pujol y Artur Mas, lanzadas coincidiendo con la campaña independentista emprendida por CiU.
Entre 70 y 150 agentes
Según los datos a los que ha tenido acceso ECD, en la “antena fija” –como denominan a la dotación permanente- del Centro Nacional de Inteligencia en Cataluña hay unos 70 agentes destinados, aunque el número puede llegar en diversas circunstancias hasta 150, dependiendo del tipo de operaciones que haya en marcha.
La gran mayoría de las misiones que lleva a cabo el CNI en Cataluña tienen como objetivo localizar a identificar células terroristas de origen islamista radical, además de las redes de crimen organizado del arco mediterráneo, la ciberseguridad y los delitos económicos.
Las fuentes consultadas por ECD “ni confirman ni desmienten” que se haya producido un refuerzo de efectivos en Cataluña coincidiendo con el envite independentista de Artur Mas.
La filtración de los Mossos
Uno de los episodios más molestos de esta ‘guerra soterrada’ entre el servicio secreto español y la Policía autonómica se produjo a mediados del pasado mes de febrero.
Los informativos de TV3, la televisión autonómica, abrieron edición desvelando la ubicación de una presunta sede del CNI en Barcelona. La filtración procedió, según saben en los servicios secretos, de un “alto mando de la Policía autonómica”.
El ministerio de Defensa respondió rápidamente sobre la naturaleza del edificio, situado en el cruce de Avenida Diagonal con la Gran Vía de Carlos III, asegurando que se trataba de una “residencia militar”.
Sin embargo, tal y como cuentan las fuentes consultadas, esa información resultó un “golpe duro” ya que, aunque no se trata de una ubicación sensible para los servicios secretos “sí que se coordinan ciertas actividades desde allí”, y que los Mossos conocen por sus trabajos con el Centro Nacional de Inteligencia.
Consideran que fue un ‘aviso’ de la Policía autonómica, un mensaje en el sentido de decirles: nosotros también sabemos lo que hacéis.

Agentes del CNI infiltrados entre periodistas y guardias civiles

vEl Centro Riojano fue escenario, el viernes pasado, de la presentación del libro ‘Los de ETA han asesinado a tu hijo’ (editorial Libros del KO). Entre los presentes se encontraban todo tipo de personas: periodistas, guardias civiles, policías, víctimas del terrorismo, funcionarios de prisiones… y unos invitados especiales.
Algunos de los asistentes al acto hicieron oír su voz cuando se dieron cuenta de que en los asientos de la sala facilitada para la presentación había algunos hombres que no conocían de nada.
Iban solos y nadie les había visto antes. Ocuparon, además, asientos separados de la sala.
-- “Uy, aquí hay mucho CNI”, comentó uno de los asistentes.
Según le cuentan a El Chivato testigos presenciales, estos desconocidos eran, efectivamente, agentes del CNI que se habían infiltrados entre el público, presuntamente para tener acceso a detalles no confesados en el libro que han escrito David Fernández y José Antonio Gutiérrez.
Los allí presentes creen que estos miembros del CNI querían conocer de primera mano si los autores del libro daban algún tipo de pista sobre sus fuentes de información o cómo pudieron tener acceso a algunos documentos que reproducen en la obra.
Pero ninguno de los que habló dio detalles que no se conocieran y no fueran públicos.