El parlamentario y miembro del Comité de Seguridad Nacional y Política Exterior de Irán Heshmatollah Falahapisheh ha afirmado que ciertas agencias de Inteligencia occidentales actúan de enlace para organizaciones terroristas y otras organizaciones internacionales que trabajan contra Teherán. "Ciertas agencias de Inteligencia occidentales como la CIA actúan de intermediarias entre las organizaciones internacionales y los terroristas", ha explicado.
"El asesinato de científicos iraníes se ha convertido en una estrategia para los enemigos y se han llevado a cabo más de 200 operaciones terroristas contra Irán", ha dicho Falahapisheh, tal y como recoge la cadena de televisión iraní Press TV.
Falahatpisheh se refería así al asesinato del científico nuclear Mostafá Ahmadi Roshan el pasado 11 de enero tras explotar una bomba lapa adherida a los bajos de su coche en una plaza situada en el norte de la capital de Irán, Teherán.
En noviembre de 2011, varios precandidatos presidenciales apostaron por llevar a cabo operaciones encubiertas contra Irán entre las que se encontrarían el asesinato de científicos o incluso el inicio de una campaña militar, además del sabotaje del programa nuclear del país.
La explosión que acabó con la vida de Roshan tuvo lugar en el segundo aniversario del asesinato del científico nuclear Majid Shahriari, ocurrido el 11 de enero de 2010.
Este último atentado sigue un método similar a los ataques con bomba de 2010 contra el entonces profesor universitario Fereidoun Abbassi Davani, a día de hoy secretario general de la Organización de la Energía Atómica de Irán (OEAI) y su colega Shahriari. Otro profesor universitario y científico nuclear, Masoud Alí Mohammadi, fue asesinado en un ataque terrorista con bomba en Teherán en enero de 2010.
En base a esas similitudes, el Gobierno iraní acusó a Israel de haber perpetrado el atentado terrorista que ha acabado con la vida de un joven científico nuclear que participaba en el ambicioso programa atómico del país persa.
Además, irán culpó a los servicios de Inteligencia británicos y estadounidenses de haber perpetrado anteriores atentados que han acabado con la vida de científicos nucleares con el objetivo de eliminar a figuras clave de su programa atómico. Tanto Israel como Estados Unidos han rechazado las acusaciones iraníes.
De hecho, la Casa Blanca negó que el Gobierno estadounidense esté implicado en el ataque y el Departamento de Estado ha condenado el atentado. "Estados Unidos no tiene nada que ver con esto absolutamente", afirmó el portavoz de la Casa Blanca, Tommy Vietor, que condenó "enérgicamente" el atentado.
"El asesinato de científicos iraníes se ha convertido en una estrategia para los enemigos y se han llevado a cabo más de 200 operaciones terroristas contra Irán", ha dicho Falahapisheh, tal y como recoge la cadena de televisión iraní Press TV.
Falahatpisheh se refería así al asesinato del científico nuclear Mostafá Ahmadi Roshan el pasado 11 de enero tras explotar una bomba lapa adherida a los bajos de su coche en una plaza situada en el norte de la capital de Irán, Teherán.
En noviembre de 2011, varios precandidatos presidenciales apostaron por llevar a cabo operaciones encubiertas contra Irán entre las que se encontrarían el asesinato de científicos o incluso el inicio de una campaña militar, además del sabotaje del programa nuclear del país.
La explosión que acabó con la vida de Roshan tuvo lugar en el segundo aniversario del asesinato del científico nuclear Majid Shahriari, ocurrido el 11 de enero de 2010.
Este último atentado sigue un método similar a los ataques con bomba de 2010 contra el entonces profesor universitario Fereidoun Abbassi Davani, a día de hoy secretario general de la Organización de la Energía Atómica de Irán (OEAI) y su colega Shahriari. Otro profesor universitario y científico nuclear, Masoud Alí Mohammadi, fue asesinado en un ataque terrorista con bomba en Teherán en enero de 2010.
En base a esas similitudes, el Gobierno iraní acusó a Israel de haber perpetrado el atentado terrorista que ha acabado con la vida de un joven científico nuclear que participaba en el ambicioso programa atómico del país persa.
Además, irán culpó a los servicios de Inteligencia británicos y estadounidenses de haber perpetrado anteriores atentados que han acabado con la vida de científicos nucleares con el objetivo de eliminar a figuras clave de su programa atómico. Tanto Israel como Estados Unidos han rechazado las acusaciones iraníes.
De hecho, la Casa Blanca negó que el Gobierno estadounidense esté implicado en el ataque y el Departamento de Estado ha condenado el atentado. "Estados Unidos no tiene nada que ver con esto absolutamente", afirmó el portavoz de la Casa Blanca, Tommy Vietor, que condenó "enérgicamente" el atentado.