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jueves, 5 de mayo de 2011

4/5/2011 | AGENCIAS El islamismo radical se extiende por España y dispara la alarma policial: «Si no trabajamos en serio contra los yihadistas nos van a comer»

Un militante de la Yihad islámica en un acto publico



Minutos después de que Obama anunciara la muerte del hombre más odiado y buscado del mundo, internet se incendiaba con promesas de venganza en la docena de foros yihadistas que constituyen el brazo de Al-Qaida en la red. Las amenazas suben de temperatura a la misma velocidad que España ha ido dando órdenes para reforzar la seguridad de sus embajadas en el Norte de África, el Sahel, Afganistán y Pakistán. No somos un país más en el mapa europeo. «Las próximas semanas y meses pueden ser delicados», reconoció ayer nuestro comedido ministro del Interior, deslizando por delante de su mensaje que el final de Bin Laden «no supondrá un riesgo adicional para España». Ya es alto.
Con 1,3 millones de musulmanes, 900 mezquitas y 945 comunidades islámicas inscritas en el registro del Ministerio de Justicia, el islam español de 2011 apenas se parece al de hace veinte años, el anterior a la avalancha de inmigrantes. Es mucho más variado en su composición y no está nada clara la proporción que se encuentra bajo la influencia del radicalismo, que en cualquier caso «es una minoría», puntualiza el subdirector de Relaciones con las Confesiones, José María Contreras. Pero es una minoría cada vez menos pequeña y más activa, según las fuerzas policiales, estudiosos universitarios y los propios servicios de inteligencia que hablan de «decenas de miles».
Los informes de la Europol presentados al Parlamento europeo resumen bien el temor de nuestros agentes: «La amenaza de ataques terroristas salafistas -la corriente fanática más ampliamente seguida en nuestro país- habría crecido de manera exponencial en España, particularmente en Cataluña, en los últimos años».
Lo que el Ministerio de Interior jamás confirmará en voz alta, lo han hecho los cables secretos de Wikileaks: «Las autoridades españolas y norteamericanas han identificado a Cataluña como el mayor centro mediterráneo de actividad de radicales islamistas. La alta inmigración legal e ilegal desde el Norte de África, Pakistán y Bangladesh hace de esta región un imán para reclutar terroristas».
El Sindicato de Policías de Cataluña (SPC) lo venía denunciando antes de la filtración histórica de los informes diplomáticos. «Si no nos ponemos a trabajar todos muy en serio, nos van a comer», alerta un portavoz de la central. Fuentes policiales apuntan a algunas mezquitas de Tarragona, sobre todo la de Reus, como la base de su red de financiación. Lleida y Salt conformarían el eje de captación, «el mayor centro de reclutamiento de Europa». Allí, el poderoso imán Abdelwahab Houzi lanza sus proclamas antioccidentales y «maneja su propia policía para extorsionar a la comunidad. Gente moderada y trabajadora, con sus negocios legales, que pagan sí o sí, por cojones», denuncian las mismas fuentes policiales, que a la par rechazan asociar sin más salafismo y terrorismo.
De esas 900 mezquitas que las Fuerzas de Seguridad tienen cuantificadas en nuestro país, aunque solo están registradas oficialmente 690, un 10% serían radicales. Este porcentaje se dispara al doble en Cataluña según el exhaustivo trabajo que acaba de publicar la política y escritora Pilar Rahola, ‘La República islámica de España’. Escuelas coránicas rigoristas donde los niños reciben una educación que recuerda demasiado a la de las madrasas de Afganistán y Pakistán. Niños nacidos en Lérida y Tarragona, pero también en Andalucía o Madrid, que hincan las rodillas en el suelo y golpean su frente contra el suelo mientras recitan hasta la última coma del Corán. Todos ellos son educados en el estricto cumplimiento de las normas inspiradas en la vida de Mahoma.
Ese corredor salafista catalán que tanto preocupa dentro y fuera de nuestras fronteras coincide con el mapa de localidades que han prohibido, o están a punto de hacerlo, el uso del velo integral. Hablamos de Lérida -la primera-, Reus, Tarragona, Cunit o El Vendrell. Zonas donde el 20% de la población musulmana estaría cercana a las teorías más radicales, aunque no exista ningún dato riguroso.
Madrid y el Mediterráneo
El Gobierno ha intentado trazar un mapa islámico interior con información fidedigna. Poner números, sensibilidades y caras a un mundo tan heterogéneo como lo pueden ser un profesor universitario, un acomodado carnicero y un joven indocumentado que no habla el español y vive en la orilla de la marginalidad. De momento, no ha tenido éxito.
Cataluña es el epicentro, pero a los distintos cuerpos policiales inquietan cada vez más los focos de «Madrid, Valencia, Murcia y Granada. Mucho cuidado ahí también. Cada vez se están detectando movimientos más peligrosos», apuntan las fuentes policiales consultadas por V.
Uno de los colectivos que más preocupa a Interior es el de los presos, «extremadamente sensible a la penetración del radicalismo». Desde 2008 hace un seguimiento especial de los 7.000 musulmanes que cumplen pena en nuestras cárceles. En Alicante II, A Alama, La Moraleja, Madrid III, Madrid V, Madrid VI, Puerto I, Puerto III, Topas, Villabona y Zaragoza un equipo de funcionarios se dedica de forma exclusiva a controlarlos. Dentro es mucho más fácil que fuera, donde es complicado que un guardia civil se pase por musulmán en un barrio habitado por chilabas.
«Necesitamos personal que hable árabe, y para eso hace falta un recorrido, tiempo. No es cuestión exclusivamente de dinero, de presupuestos», explica un portavoz de la Asociación Unificada de Guardia Civiles, la mayoritaria, con 31.000 socios. Como su colega de la Policía catalana destaca que el «terrorismo islamista está muy presente en España. No se trata de atemorizar a la gente, sino de ser conscientes de que todas las partes implicadas nos lo debemos tomar muy en serio. Ahora les estamos dando tanta importancia o más que a ETA».
Para las Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado existe un antes y un después tras el 11-M. «No sabíamos nada y ahora hemos avanzado muchísimo, estamos mejor adiestrados e hilamos más fino, pero hay que seguir avanzando. También los órganos judiciales», precisan en el sindicato de guardia civiles. Porque una cosa es detener y otra conseguir una sentencia condenatoria.
El narcotráfico por el Estrecho es la principal fuente de financiación de los radicales, según el Centro Nacional de Inteligencia, y uno de los mejores caladeros de pistas para nuestros agentes, que acaban de estrechar lazos con los de Mohamed VI. El problema es que luego va el Supremo y absuelve por falta de pruebas. Ha vuelto a ocurrir este mismo año, con los cinco islamistas arrestados en enero de 2006 en Villanueva y la Geltrú (Barcelona) y condenados por la Audiencia Nacional por reclutar ‘muyahidines’ para enviarlos a Irak.
Ocurrió en el famoso juicio en el que el juez impidió declarar a una testigo hasta que se retiró parte de su burka. Al líder del grupo, Omar Nachka, le cayeron 9 años en el calabozo. Al resto, entre 8 y 5. Pero el Supremo les ha dejado en la calle. En la sentencia que recurrieron con éxito se apunta que Nachka ayudó a huir de España al autor material de los atentados del 11-M, condenado a 8 años en Marruecos. Le facilitó un pasaporte y 700 euros.

EL ESPIA QUE SE "PERDIO" EN CUBA

Esta es la historia de un presunto espía cubano que tenía hilo directo con Euskadi (nombre en euzkera del País Vasco). Se llama Conrado Hernández y lleva dos años 'desaparecido' en la isla. Era el delegado en Cuba de la Sociedad para la Promoción y Reconversión Industrial (Spri) del Gobierno vasco, dependiente del Departamento de Industria. Al mando de esta oficina desde su apertura, en 1998, ejercía de enlace comercial del Ejecutivo de Vitoria con el país caribeño, donde hay instaladas 40 empresas vascas. Así presentado, Hernández parecía llevar una vida libre de sospechas. Ni tenía, que se sepa, nombre en clave en plan 007 ni su actividad cotidiana acumulaba un frenesí de aventuras. Como mucho, las barbacoas que preparaba para sus amigos en su finca de Matanzas, camino de Varadero, entre partidas de dominó y 'buchitos' de ron. Uno de los comensales habituales era Carlos Lage, entonces vicepresidente y un valor al alza dentro del régimen.

 
Pero, como en cualquier caso de espionaje que se precie, no todo es lo que parece. La vida de Conrado Hernández sufrió un vuelco hace ahora dos años en el aeropuerto de La Habana, donde fue detenido cuando se disponía a volar a Bilbao. Desde entonces no hay noticias sobre el paradero del delegado de la Spri en la isla. La sorpresa llegó cuando el Gobierno cubano le acusó de espionaje por facilitar información al CNI, los servicios de inteligencia españoles, algo negado por éstos. Por haber grabado de forma clandestina conversaciones a cargos del equipo de Castro.

 
El arresto provocó la retirada de agentes 'quemados' del CNI en una isla en la que suelen controlar eventuales movimientos de militantes de ETA. Además, su captura desencadenó la mayor ola de destituciones de altos funcionarios de los últimos años en el régimen comunista. Entre otros, cayeron sus amigos Lage y el canciller Felipe Pérez Roque, otro asiduo a las barbacoas.

 
Esta es la faceta más azarosa de Conrado Hernández, ingeniero industrial, de unos 60 años. Su rastro se pierde el 14 de febrero en el aeropuerto José Martí, acompañado de una mujer que podría ser su esposa, Amalia, una teniente coronel.

 
La cronología sigue así. La Policía entró el 27 de febrero en la sede de la Spri en la Habana, donde se incautó de documentación. El presidente cubano, Raúl Castro, anunció el 2 de marzo en el buró político los ceses de Lage y Pérez Roque, censurados por «desleales».

 
El 7 de marzo salió a la luz la detención del delegado de la Spri. Primero se especuló con su implicación en corruptelas que podrían salpicar a Lage. Después, se le señaló como espía por informar sobre la situación interna del poder y el estado de Castro -la mujer de Hernández trabajaba en el hospital donde atendían al comandante en jefe.

 
La última vuelta de tuerca es que Conrado Hernández podría ser un agente doble, utilizado por el Gobierno cubano para sondear eventuales conspiraciones internas. De ahí las supuestas grabaciones a Lage y compañía en el ranchito de Matanzas. Al parecer, los altos cargos bromeaban sobre los «fósiles» que dirigían el país y se presentaban como adalides de una renovación política. De una tacada, Castro se quitó de encima a una camada con aires renovadores.

 
En un vídeo emitido a dirigentes y militantes del Partido Comunista, Hernández confesó después que colaboraba para el CNI. Lo dice sentado «cómodamente» en un sillón. «Parece que es una entrevista en lugar de la confesión de un acusado de espionaje», ha relatado un espectador a EL CORREO. Demasiado «tranquilo» para hacer frente a unos cargos como la revelación de secretos, castigado en Cuba con hasta 20 años de cárcel e, incluso, pena de muerte.

 
Tras la tormenta, el Gobierno vasco sustituyó en junio de 2009 a Hernández por un delegado «provisional» al frente de la Spri en La Habana. A raíz del escándalo, el Ejecutivo cubano dejó el nombramiento en manos del país de origen. Industria designó al vizcaíno Raúl Duque Apellániz, que sigue al mando de la oficina. Para extremar el control, la consejería encargó a una firma extranjera la elaboración de una auditoría para repasar las cuentas durante la gestión de Hernández. El informe ha descartado irregularidades, explica Industria.

 
La oficina de Cuba es una de las doce delegaciones que tiene la Spri en el extranjero y la primera con la que abrió nuevos mercados. Desde 1998, ha ayudado a introducir cien empresas de Euskadi en la isla.

Tras el arresto, que coincidió con el Gobierno de Ibarretxe en funciones, los departamentos vascos de Industria y Acción Exterior buscaron la ayuda de la Embajada española para interesarse por la situación de su enlace comercial. Al ser ciudadano cubano, sus pesquisas quedaron limitadas. «No sabemos nada», admiten todavía hoy los responsables del Ejecutivo de Vitoria. Cuando este periódico ha preguntado oficialmente en Cuba por el paradero de Conrado Hernández, ha llegado a recibir esta sarcástica respuesta: «Dedícate al béisbol» (el deporte nacional). La suerte de Hernández sigue siendo un misterio. Dos años después, se especula con que pueda estar viviendo en régimen de reclusión domiciliaria, quizás, en el ranchito de las barbacoas.

 
Nota.- Después de publicado este artículo, Conrado Hernández fue juzgado a puertas cerradas el 16 y 17 de marzo, en el Tribunal de 10 de Octubre, La Habana. La petición fiscal fue de 20 años.
Se desconoce si la sentencia fue recurrida y le será rebajada la condena.

DOSSIER

Cuba es el tercer mercado de Euskadi en Latinoamérica tras Brasil, México y Chile. Entre los productos comerciados se encuentran materiales de ferretería y equipamientos. Alrededor de 40 empresas vascas exportan a Cuba. Sus negocios representan una cuarta parte del total de exportaciones españoles a la isla. En 2010 se exportaron productos vascos por valor de 107 millones de euros.

Entre los protagonistas del escándalo en que estuvo envuelto Conrado Hernández se encuentran Fidel Castro, quien todavía con la salud precaria, justificó en el periódico Granma el cese de altos cargos diciendo que "la miel del poder, por el cual no conocieron sacrificio alguno, despertó en ellos ambiciones que los condujeron a un papel indigno".

Valga aclarar que el 26 de julio de 2006, que la perforación intestinal que estuvo a punto de costarle la vida a Fidel Castro se produjo cuando se trasladaba en avión a La Habana, "después de un día de intensas actividades", según WikiLeaks. Castro venía de inaugurar en Holguún un grupo electrógeno suministrado por la empresa vasca Guascor, ahora adquirida por Estados Unidos. La firma mantenía en la isla un negocio de 100 millones de dólares para renovar el sistema energético, dependiente de viejas termoeléctricas que provocan apagones.

Otros protagonistas de este culebrón fueron los siguientes dirigentes: el vicepresidente Carlos Lage Dávila. Tenía 57 años cuando fue destituido. Hombre fuerte del castrimo, era amigo de Conrado Hernández desde sus tiempos estudiantiles. El ministro de Exteriores, Felipe Pérez Roque, cesado a los 44 años. Se especula que estaría trabajando en una fábrica en la isla. Y Otto Rivero, vicepresidente del Consejo de Ministros, quien en Euskadi había concertado la compra de inodoros y baños con un fondo cubano para renovar equipamientos.

A la lista se suma el médico Raúl Castellanos Lage, primo de Carlos Lage. Después de dos años detenido en pésimas condiciones, en el mes de marzo de 2011 fue liberado sin cargos. En los 90, Castellanos fue hombre de confianza de Carlos Aldana Escalante, y cuando a Aldana el régimen le serruchó el piso en 1991, Castellanos también cayó al vacío, aunque le permitieron ejercer su profesión.