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miércoles, 2 de febrero de 2011

El brazo político del IRA cobija al fugado De Juana en Irlanda

La Audiencia archiva de momento la causa contra el etarra al no poder localizarle. Alcaraz denuncia la pasividad del CNI.





El asesino en serie José Ignacio de Juana Chaos sigue escondido en Irlanda once meses después de fugarse de la justicia. Las fuentes de la lucha antiterrorista consultadas dan por seguro que este terrorista sigue guarecido al amparo del Sinn Féin, brazo político del IRA, que le ayuda a permanecer en la clandestinidad. Pese a ello, anteayer el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco se vio obligado a suspender cautelarmente el caso por el que debe ser juzgado este asesino de 25 inocentes.
Las citadas fuentes no descartan que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) conozca el paradero del terrorista, pero no lo detenga por no recibir órdenes en ese sentido. Es la tesis que mantiene, entre otros, el presidente de Voces contra el Terrorismo, Francisco José Alcaraz, que ayer declaró a LA GACETA su “sorpresa” porque unos servicios de inteligencia tan prestigiosos no sean capaces de encontrar a De Juana.
Cuente el CNI con datos fiables o no, lo cierto es que ni la Guardia Civil ni la Policía Nacional han podido facilitar al juez informes fidedignos sobre el paradero del etarra. Cuando se conoció su huida en marzo del año pasado, en un primer momento los agentes del orden creyeron que se había marchado a algún país de Suramérica, con Venezuela como destino más probable. Pero después esa hipótesis dejó de barajarse a tenor de las investigaciones pertinentes.
De Juana huyó de la Justicia norirlandesa para no ser extraditado a España, donde el citado Eloy Velasco le reclama por un presunto delito de enaltecimiento del terrorismo. En agosto de 2008, al salir de la cárcel, el etarra viajó hasta San Sebastián. Allí, en pleno casco viejo, decenas de proetarras le obsequiaron con un homenaje. Durante el acto, un individuo por identificar leyó una carta en la que se enaltecía a ETA. Presuntamente, esa misiva fue escrita por De Juana.
Sólo unos días después de participar en ese acto, De Juana e Irati Aranzábal, su compañera sentimental, tomaron un vuelo que les llevó desde Bierritz (Francia) hasta Belfast. Allí residió durante casi dos años, hasta que hace once meses se le perdió la pista de forma incomprensible.
En ese tiempo, trabajó en un par de cafeterías e intentó obtener la licencia de taxista escondiendo su pasado criminal. Si no consiguió un puesto como chófer fue, en gran medida, por el esfuerzo de una asociación de víctimas del IRA.

Extradición

El 1 de marzo de 2010, el juez norirlandés Tom Burgess sentenció que De Juana debía ser extraditado a España. Al asesino no le sirvieron los argumentos presentados por su defensa para eludir nuevamente a la Justicia. Los abogados llegaron a hablar del estrés que sufría y de que volvería a ponerse en huelga de hambre si era extraditado.
El terrorista asistió a aquella vista con una camiseta de color naranja en la que aparecía el retrato del etarra Jon Anza, entonces desaparecido y cuyo cadáver apareció después en Toulousse. A las puertas de los juzgados, le mostraron su apoyo varias decenas de individuos que simpatizan con los terroristas del IRA y de ETA. Ese calor que recibió no es extraño si se tiene en cuenta de que son varios los miembros del entramado etarra que desde hace años se refugian en suelo irlandés. Pese a la decisión de Burgess, el etarra tenía medios legales para retrasar durante bastante tiempo su extradición, ya que podía reclamar en dos instancias diferentes antes de que la sentencia fuera firme.
El 25 de marzo se esperaba que De Juana se presentase, como debía, por una comisaría de Belfast. Pero no apareció. Y desde el día siguiente, 26, cortó todo contacto con sus letrados. Su novia pasó por los juzgados y negó conocer el paradero del autor de 25 asesinatos.
Famoso por sus terribles crímenes en los años ochenta y por sus huelgas de hambre durante el proceso de paz, este etarra mantiene una excelsa relación con el Sinn Féin desde hace años.
Durante su chantaje al Estado en forma de ayuno, el brazo político del IRA organizó manifestaciones en las que pedían la excarcelación del terrorista. Cuando salió de prisión y viajó a Belfast, el Sinn Féin le invitó a participar en varias charlas y actos. Y también le ayudó en su intento baldío, ya mencionado, de lograr trabajo como taxista.
Las fuentes consultadas insisten en que De Juana no tiene nada que ver con la dirección de ETA. Este individuo tenebroso ha ido siempre por su cuenta. De hecho, sus huelgas de hambre fueron iniciativa propia, no ordenadas por la banda.