El director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Michael Hayden, defendió este martes el programa de torturas del gobierno de Estados Unidos, mediante el cual sospechosos de supuesto "terrorismo" son llevados a prisiones secretas en países con reglas de interrogación menos rigurosas. Durante un discurso en el Consejo de Chicago de Asuntos Globales, Hayden destacó la "legalidad" que asegura tienen estas prácticas que han causado estupor en la comunidad internacional y que aseguró son "irremplazables". "Nuestros programas son tan legales como valiosos", expresó al tiempo que insistió en que "la naturaleza irremplazable de esa inteligencia es la única razón por la que tenemos lo que admito libremente es un programa muy controvertido". Ciertamente los programas de torturas que llevan a cabo efectivos de la inteligencia estadounidense son tan polémicos que han causado revuelo en el mundo. Amnistía Internacional por ejemplo ha repudiado medidas como "reclusiones secretas, desapariciones forzadas y torturas y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes" que lleva a cabo la administración del presidente George W. Bush, y que se realizan con el consentimiento del gobierno de Washington. Prueba de ello, es la información que recientemente reveló el diario estadounidense The New York Times, quien a principios de octubre aseguró que el ex ministro de Justicia de Estados Unidos (EEUU) Alberto González (2005-2007), quien renunció tras un escándalo por el despido de ocho fiscales federales, respaldó en secreto el uso de técnicas severas en los interrogatorios a sospechosos de terrorismo. Incluso el pasado mes de agosto un jurado militar de Estados Unidos absolvió al teniente coronel Steven Jordan, jefe de la unidad de interrogatorios de la cárcel iraquí de Abu Ghraib, de varios cargos por los abusos cometidos contra los prisioneros del recinto carcelario utilizado para prácticas tortuosas. Jordan estaba acusado de cuatro cargos: Crueldad y maltrato al forzar a los reos a desnudarse e intimidarlos con perros; abandonar el deber de entrenar y supervisar adecuadamente a los soldados respecto a las reglas de interrogatorio; y desobedecer a un general que le pidió discreción sobre los abusos en Abu Ghraib. En 2005 salieron a la luz pública unas fotografías que mostraban prisioneros desnudos, atados, encadenados, humillados sexualmente o intimidados con perros por parte de soldados estadounidenses en Irak. Cientos de personas han condenado las torturas a las que son sometidas miles de personas en todo el mundo, sobre todo en las bases estadounidenses de Guatánamo, en Cuba, y Abu Graid en Irak, que Washington utiliza para prácticas violatorias de los derechos humanos. Pero el director de la CIA aseguró que las prácticas que se realizan en estos lugares "son operaciones pequeñas, ejecutadas con cuidado", que calificó de "métodos especiales de interrogación". Actualmente en Gran Bretaña, un comité parlamentario está investigando acusaciones que se han mantenido durante largo tiempo de que la CIA tiene una prisión secreta en la isla Diego García. El grupo de abogados defensores de los prisioneros de la Bahía de Guantánamo, Reprieve, sostiene que la Isla Diego García ha albergado una de las tantas cárceles secretas para prisioneros de EEUU en el extranjero. Estados Unidos ha operado una base militar allí desde que las fuerzas británicas expulsaron a los isleños a principios de la década del 70. nn-Afp-Dn-NN |
El director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Michael Hayden, defendió este martes el programa de torturas del gobierno de Estados Unidos, mediante el cual sospechosos de supuesto "terrorismo" son llevados a prisiones secretas en países con reglas de interrogación menos rigurosas.
Durante un discurso en el Consejo de Chicago de Asuntos Globales, Hayden destacó la "legalidad" que asegura tienen estas prácticas que han causado estupor en la comunidad internacional y que aseguró son "irremplazables".
"Nuestros programas son tan legales como valiosos", expresó al tiempo que insistió en que "la naturaleza irremplazable de esa inteligencia es la única razón por la que tenemos lo que admito libremente es un programa muy controvertido".
Ciertamente los programas de torturas que llevan a cabo efectivos de la inteligencia estadounidense son tan polémicos que han causado revuelo en el mundo.
Amnistía Internacional por ejemplo ha repudiado medidas como "reclusiones secretas, desapariciones forzadas y torturas y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes" que lleva a cabo la administración del presidente George W. Bush, y que se realizan con el consentimiento del gobierno de Washington.
Prueba de ello, es la información que recientemente reveló el diario estadounidense The New York Times, quien a principios de octubre aseguró que el ex ministro de Justicia de Estados Unidos (EEUU) Alberto González (2005-2007), quien renunció tras un escándalo por el despido de ocho fiscales federales, respaldó en secreto el uso de técnicas severas en los interrogatorios a sospechosos de terrorismo.
Incluso el pasado mes de agosto un jurado militar de Estados Unidos absolvió al teniente coronel Steven Jordan, jefe de la unidad de interrogatorios de la cárcel iraquí de Abu Ghraib, de varios cargos por los abusos cometidos contra los prisioneros del recinto carcelario utilizado para prácticas tortuosas.
Jordan estaba acusado de cuatro cargos: Crueldad y maltrato al forzar a los reos a desnudarse e intimidarlos con perros; abandonar el deber de entrenar y supervisar adecuadamente a los soldados respecto a las reglas de interrogatorio; y desobedecer a un general que le pidió discreción sobre los abusos en Abu Ghraib.
En 2005 salieron a la luz pública unas fotografías que mostraban prisioneros desnudos, atados, encadenados, humillados sexualmente o intimidados con perros por parte de soldados estadounidenses en Irak.
Cientos de personas han condenado las torturas a las que son sometidas miles de personas en todo el mundo, sobre todo en las bases estadounidenses de Guatánamo, en Cuba, y Abu Graid en Irak, que Washington utiliza para prácticas violatorias de los derechos humanos.
Pero el director de la CIA aseguró que las prácticas que se realizan en estos lugares "son operaciones pequeñas, ejecutadas con cuidado", que calificó de "métodos especiales de interrogación".
Actualmente en Gran Bretaña, un comité parlamentario está investigando acusaciones que se han mantenido durante largo tiempo de que la CIA tiene una prisión secreta en la isla Diego García.
El grupo de abogados defensores de los prisioneros de la Bahía de Guantánamo, Reprieve, sostiene que la Isla Diego García ha albergado una de las tantas cárceles secretas para prisioneros de EEUU en el extranjero.
Estados Unidos ha operado una base militar allí desde que las fuerzas británicas expulsaron a los isleños a principios de la década del 70.
El director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Michael Hayden, defendió este martes el programa de torturas del gobierno de Estados Unidos, mediante el cual sospechosos de supuesto "terrorismo" son llevados a prisiones secretas en países con reglas de interrogación menos rigurosas. Durante un discurso en el Consejo de Chicago de Asuntos Globales, Hayden destacó la "legalidad" que asegura tienen estas prácticas que han causado estupor en la comunidad internacional y que aseguró son "irremplazables". "Nuestros programas son tan legales como valiosos", expresó al tiempo que insistió en que "la naturaleza irremplazable de esa inteligencia es la única razón por la que tenemos lo que admito libremente es un programa muy controvertido". Ciertamente los programas de torturas que llevan a cabo efectivos de la inteligencia estadounidense son tan polémicos que han causado revuelo en el mundo. Amnistía Internacional por ejemplo ha repudiado medidas como "reclusiones secretas, desapariciones forzadas y torturas y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes" que lleva a cabo la administración del presidente George W. Bush, y que se realizan con el consentimiento del gobierno de Washington. Prueba de ello, es la información que recientemente reveló el diario estadounidense The New York Times, quien a principios de octubre aseguró que el ex ministro de Justicia de Estados Unidos (EEUU) Alberto González (2005-2007), quien renunció tras un escándalo por el despido de ocho fiscales federales, respaldó en secreto el uso de técnicas severas en los interrogatorios a sospechosos de terrorismo. Incluso el pasado mes de agosto un jurado militar de Estados Unidos absolvió al teniente coronel Steven Jordan, jefe de la unidad de interrogatorios de la cárcel iraquí de Abu Ghraib, de varios cargos por los abusos cometidos contra los prisioneros del recinto carcelario utilizado para prácticas tortuosas. Jordan estaba acusado de cuatro cargos: Crueldad y maltrato al forzar a los reos a desnudarse e intimidarlos con perros; abandonar el deber de entrenar y supervisar adecuadamente a los soldados respecto a las reglas de interrogatorio; y desobedecer a un general que le pidió discreción sobre los abusos en Abu Ghraib. En 2005 salieron a la luz pública unas fotografías que mostraban prisioneros desnudos, atados, encadenados, humillados sexualmente o intimidados con perros por parte de soldados estadounidenses en Irak. Cientos de personas han condenado las torturas a las que son sometidas miles de personas en todo el mundo, sobre todo en las bases estadounidenses de Guatánamo, en Cuba, y Abu Graid en Irak, que Washington utiliza para prácticas violatorias de los derechos humanos. Pero el director de la CIA aseguró que las prácticas que se realizan en estos lugares "son operaciones pequeñas, ejecutadas con cuidado", que calificó de "métodos especiales de interrogación". Actualmente en Gran Bretaña, un comité parlamentario está investigando acusaciones que se han mantenido durante largo tiempo de que la CIA tiene una prisión secreta en la isla Diego García. El grupo de abogados defensores de los prisioneros de la Bahía de Guantánamo, Reprieve, sostiene que la Isla Diego García ha albergado una de las tantas cárceles secretas para prisioneros de EEUU en el extranjero. Estados Unidos ha operado una base militar allí desde que las fuerzas británicas expulsaron a los isleños a principios de la década del 70. nn-Afp-Dn-NN |