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domingo, 11 de diciembre de 2011

Director de la CIA defiende programa de torturas de EEUU

El director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Michael Hayden, defendió este martes el programa de torturas del gobierno de Estados Unidos, mediante el cual sospechosos de supuesto "terrorismo" son llevados a prisiones secretas en países con reglas de interrogación menos rigurosas.
Durante un discurso en el Consejo de Chicago de Asuntos Globales, Hayden destacó la "legalidad" que asegura tienen estas prácticas que han causado estupor en la comunidad internacional y que aseguró son "irremplazables".
"Nuestros programas son tan legales como valiosos", expresó al tiempo que insistió en que "la naturaleza irremplazable de esa inteligencia es la única razón por la que tenemos lo que admito libremente es un programa muy controvertido".
Ciertamente los programas de torturas que llevan a cabo efectivos de la inteligencia estadounidense son tan polémicos que han causado revuelo en el mundo.
Amnistía Internacional por ejemplo ha repudiado medidas como "reclusiones secretas, desapariciones forzadas y torturas y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes" que lleva a cabo la administración del presidente George W. Bush, y que se realizan con el consentimiento del gobierno de Washington.
Prueba de ello, es la información que recientemente reveló el diario estadounidense The New York Times, quien a principios de octubre aseguró que el ex ministro de Justicia de Estados Unidos (EEUU) Alberto González (2005-2007), quien renunció tras un escándalo por el despido de ocho fiscales federales, respaldó en secreto el uso de técnicas severas en los interrogatorios a sospechosos de terrorismo.
Incluso el pasado mes de agosto un jurado militar de Estados Unidos absolvió al teniente coronel Steven Jordan, jefe de la unidad de interrogatorios de la cárcel iraquí de Abu Ghraib, de varios cargos por los abusos cometidos contra los prisioneros del recinto carcelario utilizado para prácticas tortuosas.
Jordan estaba acusado de cuatro cargos: Crueldad y maltrato al forzar a los reos a desnudarse e intimidarlos con perros; abandonar el deber de entrenar y supervisar adecuadamente a los soldados respecto a las reglas de interrogatorio; y desobedecer a un general que le pidió discreción sobre los abusos en Abu Ghraib.
En 2005 salieron a la luz pública unas fotografías que mostraban prisioneros desnudos, atados, encadenados, humillados sexualmente o intimidados con perros por parte de soldados estadounidenses en Irak.
Cientos de personas han condenado las torturas a las que son sometidas miles de personas en todo el mundo, sobre todo en las bases estadounidenses de Guatánamo, en Cuba, y Abu Graid en Irak, que Washington utiliza para prácticas violatorias de los derechos humanos.
Pero el director de la CIA aseguró que las prácticas que se realizan en estos lugares "son operaciones pequeñas, ejecutadas con cuidado", que calificó de "métodos especiales de interrogación".
Actualmente en Gran Bretaña, un comité parlamentario está investigando acusaciones que se han mantenido durante largo tiempo de que la CIA tiene una prisión secreta en la isla Diego García.
El grupo de abogados defensores de los prisioneros de la Bahía de Guantánamo, Reprieve, sostiene que la Isla Diego García ha albergado una de las tantas cárceles secretas para prisioneros de EEUU en el extranjero.
Estados Unidos ha operado una base militar allí desde que las fuerzas británicas expulsaron a los isleños a principios de la década del 70.

nn-Afp-Dn-NN

El director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Michael Hayden, defendió este martes el programa de torturas del gobierno de Estados Unidos, mediante el cual sospechosos de supuesto "terrorismo" son llevados a prisiones secretas en países con reglas de interrogación menos rigurosas.
Durante un discurso en el Consejo de Chicago de Asuntos Globales, Hayden destacó la "legalidad" que asegura tienen estas prácticas que han causado estupor en la comunidad internacional y que aseguró son "irremplazables".
"Nuestros programas son tan legales como valiosos", expresó al tiempo que insistió en que "la naturaleza irremplazable de esa inteligencia es la única razón por la que tenemos lo que admito libremente es un programa muy controvertido".
Ciertamente los programas de torturas que llevan a cabo efectivos de la inteligencia estadounidense son tan polémicos que han causado revuelo en el mundo.
Amnistía Internacional por ejemplo ha repudiado medidas como "reclusiones secretas, desapariciones forzadas y torturas y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes" que lleva a cabo la administración del presidente George W. Bush, y que se realizan con el consentimiento del gobierno de Washington.
Prueba de ello, es la información que recientemente reveló el diario estadounidense The New York Times, quien a principios de octubre aseguró que el ex ministro de Justicia de Estados Unidos (EEUU) Alberto González (2005-2007), quien renunció tras un escándalo por el despido de ocho fiscales federales, respaldó en secreto el uso de técnicas severas en los interrogatorios a sospechosos de terrorismo.
Incluso el pasado mes de agosto un jurado militar de Estados Unidos absolvió al teniente coronel Steven Jordan, jefe de la unidad de interrogatorios de la cárcel iraquí de Abu Ghraib, de varios cargos por los abusos cometidos contra los prisioneros del recinto carcelario utilizado para prácticas tortuosas.
Jordan estaba acusado de cuatro cargos: Crueldad y maltrato al forzar a los reos a desnudarse e intimidarlos con perros; abandonar el deber de entrenar y supervisar adecuadamente a los soldados respecto a las reglas de interrogatorio; y desobedecer a un general que le pidió discreción sobre los abusos en Abu Ghraib.
En 2005 salieron a la luz pública unas fotografías que mostraban prisioneros desnudos, atados, encadenados, humillados sexualmente o intimidados con perros por parte de soldados estadounidenses en Irak.
Cientos de personas han condenado las torturas a las que son sometidas miles de personas en todo el mundo, sobre todo en las bases estadounidenses de Guatánamo, en Cuba, y Abu Graid en Irak, que Washington utiliza para prácticas violatorias de los derechos humanos.
Pero el director de la CIA aseguró que las prácticas que se realizan en estos lugares "son operaciones pequeñas, ejecutadas con cuidado", que calificó de "métodos especiales de interrogación".
Actualmente en Gran Bretaña, un comité parlamentario está investigando acusaciones que se han mantenido durante largo tiempo de que la CIA tiene una prisión secreta en la isla Diego García.
El grupo de abogados defensores de los prisioneros de la Bahía de Guantánamo, Reprieve, sostiene que la Isla Diego García ha albergado una de las tantas cárceles secretas para prisioneros de EEUU en el extranjero.
Estados Unidos ha operado una base militar allí desde que las fuerzas británicas expulsaron a los isleños a principios de la década del 70.

El director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Michael Hayden, defendió este martes el programa de torturas del gobierno de Estados Unidos, mediante el cual sospechosos de supuesto "terrorismo" son llevados a prisiones secretas en países con reglas de interrogación menos rigurosas.
Durante un discurso en el Consejo de Chicago de Asuntos Globales, Hayden destacó la "legalidad" que asegura tienen estas prácticas que han causado estupor en la comunidad internacional y que aseguró son "irremplazables".
"Nuestros programas son tan legales como valiosos", expresó al tiempo que insistió en que "la naturaleza irremplazable de esa inteligencia es la única razón por la que tenemos lo que admito libremente es un programa muy controvertido".
Ciertamente los programas de torturas que llevan a cabo efectivos de la inteligencia estadounidense son tan polémicos que han causado revuelo en el mundo.
Amnistía Internacional por ejemplo ha repudiado medidas como "reclusiones secretas, desapariciones forzadas y torturas y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes" que lleva a cabo la administración del presidente George W. Bush, y que se realizan con el consentimiento del gobierno de Washington.
Prueba de ello, es la información que recientemente reveló el diario estadounidense The New York Times, quien a principios de octubre aseguró que el ex ministro de Justicia de Estados Unidos (EEUU) Alberto González (2005-2007), quien renunció tras un escándalo por el despido de ocho fiscales federales, respaldó en secreto el uso de técnicas severas en los interrogatorios a sospechosos de terrorismo.
Incluso el pasado mes de agosto un jurado militar de Estados Unidos absolvió al teniente coronel Steven Jordan, jefe de la unidad de interrogatorios de la cárcel iraquí de Abu Ghraib, de varios cargos por los abusos cometidos contra los prisioneros del recinto carcelario utilizado para prácticas tortuosas.
Jordan estaba acusado de cuatro cargos: Crueldad y maltrato al forzar a los reos a desnudarse e intimidarlos con perros; abandonar el deber de entrenar y supervisar adecuadamente a los soldados respecto a las reglas de interrogatorio; y desobedecer a un general que le pidió discreción sobre los abusos en Abu Ghraib.
En 2005 salieron a la luz pública unas fotografías que mostraban prisioneros desnudos, atados, encadenados, humillados sexualmente o intimidados con perros por parte de soldados estadounidenses en Irak.
Cientos de personas han condenado las torturas a las que son sometidas miles de personas en todo el mundo, sobre todo en las bases estadounidenses de Guatánamo, en Cuba, y Abu Graid en Irak, que Washington utiliza para prácticas violatorias de los derechos humanos.
Pero el director de la CIA aseguró que las prácticas que se realizan en estos lugares "son operaciones pequeñas, ejecutadas con cuidado", que calificó de "métodos especiales de interrogación".
Actualmente en Gran Bretaña, un comité parlamentario está investigando acusaciones que se han mantenido durante largo tiempo de que la CIA tiene una prisión secreta en la isla Diego García.
El grupo de abogados defensores de los prisioneros de la Bahía de Guantánamo, Reprieve, sostiene que la Isla Diego García ha albergado una de las tantas cárceles secretas para prisioneros de EEUU en el extranjero.
Estados Unidos ha operado una base militar allí desde que las fuerzas británicas expulsaron a los isleños a principios de la década del 70.

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Ex agente confirma que la CIA tortura a prisioneros

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
John Kiriakou, un ex agente de la la Agencia Central de Inteligencia de EEUU (CIA) que participó en los interrogatorios a sospechosos de supuesto terrorismo, confirmó que efectivamente funcionarios del los servicios de inteligencia estadounidenses torturan a los prisioneros, a quienes se les aplica entre otros, el waterboarding o ahogamiento simulado.
El ex agente dijo en una entrevista a la televisión local que la técnica del "ahogamiento simulado" fue empleada por su equipo de la CIA en el interrogatorio de Abu Zubaydah, supuesto jefe de reclutamiento de al-Qaeda.
La técnica, considerada como un método de tortura por organizaciones de derechos humanos, consiste en sumergir la cabeza del interrogado en agua para hacerle creer que será ahogado, con le objetivo de extraerle información.
Kiriakou dijo no aprobar completamente el método, y admitió que se trata de una forma de tortura.
No obstante, justificó su uso. Dijo que la técnica de ahogamiento empleada a Abu Zubaydah "quebró" al detenido en pocos segundos y que con ello se logró información crucial.
"Al día siguiente le dijo a su interrogador que Alá lo había ido a visitar a su celda durante la noche diciéndole que cooperara", comentó. "A partir de ese día respondió a todas las preguntas", señaló el ex agente.
"La información que proporcionó desarticuló una cantidad de ataques, tal vez decenas de ataques", afirmó e insistió en la necesidad que asegura tienen estas prácticas tortuosas.
"Lo que pasa es que si no simulamos ahogar a una persona, y no logramos el meollo de la información, y hay un ataque, no podría perdonármelo", agregó.
Dilema
El ex agente de la CIA reconoció sin embargo que el uso de este tipo de torturas planteaba un dilema moral.
Interrogado sobre si consideraba que se trata de tortura, contestó: "En aquella época no, pero con el tiempo cambié de postura. No deberíamos hacer este tipo de cosa".
"Al igual que muchos estadounidenses, estoy metido en esta lucha intelectual interna conmigo mismo, sopesando la idea de que el ahogamiento simulado podría ser una tortura frente a la calidad de la información que solíamos obtener después de emplear el ahogamiento simulado. Esto me genera una lucha interna", dijo Kirakou.
Aseguró que el uso de los ahogamientos simulados había "comprometido los principios estadounidenses a corto plazo" y expresó dudas sobre si seguía habiendo una justificación para emplearlo.
Las declaraciones de Kiriakou ocurren en momentos en que la CIA está envuelta en un escándalo por la destrucción de videos de interrogatorios a otros sospechosos supuesto terrorismo, en los que organismos de derechos humanos aseguran se aplica tortura.
El departamento de Justicia de Estados Unidos y la CIA señalaron hace pocos días que iniciarán una averiguación conjunta para esclarecer por qué se destruyeron los videos grabados durante los interrogatorios de dos supuestos miembros de al-Qaeda.
La CIA dijo que destruyó las cintas de los interrogatorios para proteger la identidad de sus agentes, pero miembros del partido demócrata acusaron a la agencia de inteligencia de esconder evidencias de posibles casos de torturas y abusos a detenidos.
El gobierno de Estados Unidos ha sido muy cuestionado por apoyar la tortura.
En octubre, el director de la CIA, Michael Hayden, defendió el programa de torturas del gobierno de Estados Unidos, mientras que ese mismo mes el diario The New York Times reveló que el ex ministro de Justicia de Estados Unidos (EEUU) Alberto González, respaldó en secreto el uso de técnicas tortuosas en los interrogatorios a sospechosos de terrorismo.
Además, el tema de la tortura fue precisamente lo que le complicó el camino al ex juez Michael Mukasey para obtener el cargo de secretario de Justicia de EEUU. Pero, pese a la polémica que generó por negarse a repudiar el ahogamiento simulado como un método de tortura, Mukasey se convirtió en noviembre pasado en el sucesor de Alberto González.

Descubren en Rumania cárcel clandestina y centro de torturas de la CIA





Una cárcel clandestina que también funcionaba como centro de torturas de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por su sigla en inglés), fue descubierta este viernes en Rumania, cuando un grupo de periodistas de ese país visitó las instalaciones del recinto en el que supuestamente eran encarcelados los miembros del grupo Al-Qaeda.

Los medios locales reseñaron que los comunicadores trabajan en la agencia Associated Press (AP) y otros en la compañía de televisión alemana ARD.

Las personas por primera vez visitaron la antigua prisión secreta de la CIA, ubicada en el norte de Bucarest (Rumania). El nombre del recinto es  “Luz resplandeciente” (Bright Light) y de acuerdo con exagentes de la CIA, que prefirieron mantenerse en el anonimato, allí eran encarcelados los miembros del grupo terrorista Al-Qaeda.

Según la investigación de los comunicadores, la prisión comenzó a funcionar en la primavera de 2003 tras la decisión de la CIA de trasladar a otro lugar a los presos desde la cárcel secreta en Polonia.

En 2006 los prisioneros fueron trasladados desde Bucarest a la prisión de Guantánamo, ubicada en Cuba. Se dice que entre los cautivos que estuvieron en el recinto se incluye el sospechoso del atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, Sheikh Mohammed.

Antes los medios de comunicación difundían información acerca de la existencia de la citada prisión, pero no se disponía de información sobre la ubicación exacta en Rumania.

En el edificio, en el que fue implementada la prisión secreta, se encontraba la Oficina Nacional de Información Clasificada (ONIC) que Rumania recibía de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Unión Europea (UE).

Durante la entrevista a un alto funcionario de la ONIC, Adrian Camarasan, declaró que el sótano de la oficina era una de las instalaciones más secretas de la prisión, y precisó que los estadounidenses nunca visitaron dicha cárcel.

La fuente señala que el lugar era ideal para la instalación de la prisión secreta ya que los habitantes de la ciudad sabían que ahí había una institución del Estado rumano y nadie podía sospechar que ahí existía una prisión de ese tipo.

Añadieron que la prisión disponía de seis cámaras. En el transcurso del primer mes de su estancia en la citada cárcel, los prisioneros eran expuestos a torturas. Después el trato mejoraba. Se les proporcionaba atención médica, se les alimentaba en correspondencia a lo prescripto por el Islam.

En una serie de países europeos, incluidos Lituania, Polonia e Inglaterra, existían prisiones secretas de la CIA. Los sospechosos de terrorismo eran trasladados a la fuerza a esos países donde eran encarcelados y torturados. Las organizaciones de Defensa de los Derechos Humanos acusan a esos países de complicidad con la CIA.

Desde el 8 de junio de 2007, el Consejo Europeo confirmó la existencia de las cárceles secretas de la CIA, pero no ha logrado, hasta la fecha, claridad en cuanto a la cantidad de personas que estuvieron recluidas en estos centros de los que algunos también funcionaban como centros de torturas.