La Generalitat ha iniciado una 'guerra soterrada' contra los agentes del CNI destinados y que trabajan en Cataluña. Trasfondo: acusa al Centro de estar detrás de las filtraciones sobre casos de corrupción de altos dirigentes del Govern y en concreto sobre las cuentas de Mas y Pujol. Los Mossos d'Esquadra han recibido orden de identificar a los 'espías españoles'.
La primera sorpresa saltó durante la última reunión de la Comisión de Fondos Reservados, en el Congreso. El director del Centro Nacional de Inteligencia, Félix Sanz Roldán, aseguró tener constancia que la red diplomática catalana en el extranjero, Diplocat, estaba intentando conocer la identidad de los agentes del CNI que trabajan en embajadas fuera de España.
“Desde el más alto nivel”
Sin embargo, tal y como ha sabido El Confidencial Digital de fuentes de los servicios de inteligencia, esas consignas no se han limitado exclusivamente a territorio extranjero: existe una orden al cuerpo policial autonómico, “llegada del más alto nivel”, para que se obtenga la identidad –y se registre en un fichero- de los agentes del CNI que trabajen o colaboren en operaciones con los Mossos.
Se trata, según cuentan estas voces, de un intento por parte de cargos del Departament d'Interior catalán de “contraatacar”, tras lo que consideran filtraciones de información sobre la existencia de cuentas en Suiza de Jordi Pujol y Artur Mas, lanzadas coincidiendo con la campaña independentista emprendida por CiU.
Entre 70 y 150 agentes
Según los datos a los que ha tenido acceso ECD, en la “antena fija” –como denominan a la dotación permanente- del Centro Nacional de Inteligencia en Cataluña hay unos 70 agentes destinados, aunque el número puede llegar en diversas circunstancias hasta 150, dependiendo del tipo de operaciones que haya en marcha.
La gran mayoría de las misiones que lleva a cabo el CNI en Cataluña tienen como objetivo localizar a identificar células terroristas de origen islamista radical, además de las redes de crimen organizado del arco mediterráneo, la ciberseguridad y los delitos económicos.
Las fuentes consultadas por ECD “ni confirman ni desmienten” que se haya producido un refuerzo de efectivos en Cataluña coincidiendo con el envite independentista de Artur Mas.
La filtración de los Mossos
Uno de los episodios más molestos de esta ‘guerra soterrada’ entre el servicio secreto español y la Policía autonómica se produjo a mediados del pasado mes de febrero.
Los informativos de TV3, la televisión autonómica, abrieron edición desvelando la ubicación de una presunta sede del CNI en Barcelona. La filtración procedió, según saben en los servicios secretos, de un “alto mando de la Policía autonómica”.
El ministerio de Defensa respondió rápidamente sobre la naturaleza del edificio, situado en el cruce de Avenida Diagonal con la Gran Vía de Carlos III, asegurando que se trataba de una “residencia militar”.
Sin embargo, tal y como cuentan las fuentes consultadas, esa información resultó un “golpe duro” ya que, aunque no se trata de una ubicación sensible para los servicios secretos “sí que se coordinan ciertas actividades desde allí”, y que los Mossos conocen por sus trabajos con el Centro Nacional de Inteligencia.
Consideran que fue un ‘aviso’ de la Policía autonómica, un mensaje en el sentido de decirles: nosotros también sabemos lo que hacéis.
“Desde el más alto nivel”
Sin embargo, tal y como ha sabido El Confidencial Digital de fuentes de los servicios de inteligencia, esas consignas no se han limitado exclusivamente a territorio extranjero: existe una orden al cuerpo policial autonómico, “llegada del más alto nivel”, para que se obtenga la identidad –y se registre en un fichero- de los agentes del CNI que trabajen o colaboren en operaciones con los Mossos.
Se trata, según cuentan estas voces, de un intento por parte de cargos del Departament d'Interior catalán de “contraatacar”, tras lo que consideran filtraciones de información sobre la existencia de cuentas en Suiza de Jordi Pujol y Artur Mas, lanzadas coincidiendo con la campaña independentista emprendida por CiU.
Entre 70 y 150 agentes
Según los datos a los que ha tenido acceso ECD, en la “antena fija” –como denominan a la dotación permanente- del Centro Nacional de Inteligencia en Cataluña hay unos 70 agentes destinados, aunque el número puede llegar en diversas circunstancias hasta 150, dependiendo del tipo de operaciones que haya en marcha.
La gran mayoría de las misiones que lleva a cabo el CNI en Cataluña tienen como objetivo localizar a identificar células terroristas de origen islamista radical, además de las redes de crimen organizado del arco mediterráneo, la ciberseguridad y los delitos económicos.
Las fuentes consultadas por ECD “ni confirman ni desmienten” que se haya producido un refuerzo de efectivos en Cataluña coincidiendo con el envite independentista de Artur Mas.
La filtración de los Mossos
Uno de los episodios más molestos de esta ‘guerra soterrada’ entre el servicio secreto español y la Policía autonómica se produjo a mediados del pasado mes de febrero.
Los informativos de TV3, la televisión autonómica, abrieron edición desvelando la ubicación de una presunta sede del CNI en Barcelona. La filtración procedió, según saben en los servicios secretos, de un “alto mando de la Policía autonómica”.
El ministerio de Defensa respondió rápidamente sobre la naturaleza del edificio, situado en el cruce de Avenida Diagonal con la Gran Vía de Carlos III, asegurando que se trataba de una “residencia militar”.
Sin embargo, tal y como cuentan las fuentes consultadas, esa información resultó un “golpe duro” ya que, aunque no se trata de una ubicación sensible para los servicios secretos “sí que se coordinan ciertas actividades desde allí”, y que los Mossos conocen por sus trabajos con el Centro Nacional de Inteligencia.
Consideran que fue un ‘aviso’ de la Policía autonómica, un mensaje en el sentido de decirles: nosotros también sabemos lo que hacéis.
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