El Gobierno español ha subido el nivel de amenaza terrorista. Infraestructuras como estaciones de transportes cuentan con agentes patrullando, y un centenar de personas que podrían representar un peligro potencial están siendo vigiladas. Por su parte, la comunidad musulmana española condena los atentados de Francia.
Los recientes ataques terroristas en Francia también han elevado la tensión en su país vecino. Este jueves, en Madrid, capital española, un paquete sospechoso en la estación de metro y tren de Nuevos Ministerios provocaba que saltasen todas las alertas. Finalmente, se trataba de una falsa alarma.
Un día después, la estación amanecía tranquila aparentemente, como un día cualquiera. Pero lo cierto es que el Gobierno ha elevado el nivel de amenaza terrorista hasta el 3, de baja intensidad. Infraestructuras críticas como estaciones de ferrocarril, o centros con afluencia turística, como museos, han visto reforzada su seguridad.
Entre las medidas adoptadas cabe mencionar el seguimiento exhaustivo de un centenar de personas que potencialmente, por sus comunicaciones en las redes sociales, podrían suponer un riesgo para la seguridad.
La población española se muestra tranquila, a pesar de la mayor presencia de agentes de los cuerpos de seguridad del Estado.
Por su parte, la comunidad musulmana en España se muestra preocupada. Sabe que uno de los efectos colaterales de atentado terrorista en Francia es el recelo que puedan levantar otros musulmanes entre la sociedad española.
El nivel de amenaza terrorista decretado por el Gobierno no es muy elevado, sin embargo 3000 agentes del Cuerpo Nacional de Policía, de la Guardia Civil y del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) se dedican exclusivamente a rastrear posibles amenazas terroristas. Es decir, 20 veces más que los agentes destinados a la misma labor en el momento de los atentados en la estación de Atocha, en Madrid, el 11 de marzo de 2004.
No hay comentarios:
Publicar un comentario