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jueves, 9 de junio de 2016

El CNI desvela que un cubano compró datos privados de políticos españoles

rimero fue el Ministerio de Justicia el que le dijo no a su solicitud de nacionalidad española. Ahora, ha sido la Audiencia Nacional la que ha ratificado la negativa a la petición de este ciudadano cubano. En ambos casos, la motivación ha sido la misma: «Por razones de seguridad nacional». Pero ahora, en la sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo se aportan datos para avalar esta decisión. Se trata de un informe del Centro Nacional de Inteligencia sobre el solicitante que ha sido determinante para que España le niegue la nacionalidad.
«Se informa que D. Y. S. F. reside en España desde el año 2000. Desde entonces ha dirigido un entramado empresarial de varias empresas vinculadas con agencias de viajes, asesoría jurídica y trámites documentales, relacionadas todas ellas directa o indirectamente con Cuba», indica el escrito del servicio de inteligencia español.
Según el texto, el solicitante de la nacionalidad española «ha recibido formación en Contrainteligencia en la escuela de la Dirección General de Contrainteligencia (DGCI) Cubana Hermanos Tamayo, en la que coincidió con el hijo del actual ministro del Interior cubano. Aunque en estos momentos no es personal activo del MININT [Ministerio del Interior] cubano, colabora con éste a favor de intereses cubanos».
El CNI destaca que en 2005 este ciudadano cubano «solicitó a un periodista español cercano a él la elaboración de perfiles de políticos españoles de la Generalitat Valenciana responsables de áreas de interés para los propósitos de la Inteligencia cubana (inmigración y solidaridad). Su objetivo era, tal y como él mismo manifestó, pasar esos informes a oficiales de Inteligencia cubanos destacados en el Consulado de Cuba en Barcelona, además de enviarlos a Cuba, al objeto de que utilizaran esa información en beneficio de Cuba y en su estrategia de obtención de financiación para proyectos cubanos en España que posibilitaran la realización de acciones de influencia».
En el relato incluido en la sentencia, el Centro Nacional de Inteligencia detalla que la relación entre el solicitante cubano y el periodista «se mantuvo durante varios meses, obteniendo durante este periodo (a cambio de una remuneración económica) información privada, tanto personal como profesional, sobre políticos de instituciones españolas».
El CNI alertó también a la Abogacía del Estado de que «desde su llegada a España y hasta la actualidad mantiene estrechas relaciones con miembros del despliegue diplomático vinculados al Servicio de Inteligencia cubano. Él mismo ha manifestado en diferentes círculos que colabora con los Servicios de Inteligencia cubanos, y varios miembros de la Dirección General de Inteligencia cubana le señalan como estrecho colaborador», resume el informe del CNI.
Con base en estos informes, la Audiencia Nacional corrobora la decisión del Ministerio de Justicia y opta por negar la nacionalidad a D. Y. S. F. El juez entiende que el informe del CNI «es lo suficientemente expresivo respecto de las vinculaciones que dice mantener el recurrente con el aparato estatal de Inteligencia de la República de Cuba y al servicio de los intereses cubanos». Añade la sentencia: «El grado de colaboración del demandante con los servicios del aparato estatal de inteligencia de la República de Cuba en favor de los intereses cubanos no resulta compatible con la adquisición de la nacionalidad española por razones de interés nacional».

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