La dirección del Centro Nacional de Inteligencia ha conocido su desvinculación orgánica del Ministerio de Defensa y su asignación al Ministerio de la Presidencia a través del Real Decreto de reestructuración de los departamentos ministeriales publicado este jueves en el Boletín Oficial del Estado (B.O.E.), han informado a Europa Press fuentes de los servicios secretos.
Un día después de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunciara la estructura y composición de su Gabinete, el real decreto del B.O.E. ha dado a conocer los detalles de los Departamentos y sus secretarías de Estado.
En una disposición adicional, informa de que el Centro Nacional de Inteligencia, "queda adscrito al Ministerio de la Presidencia", que dirige la también vicepresidenta y portavoz, Soraya Sáenz de Santamaría, con lo que deja de depender, como ocurría hasta ahora de Defensa, departamento que dirige desde hoy Pedro Morenés.
Según han informado a Europa Press las mismas fuentes, el PP no había expresado a la dirección de los servicios de inteligencia su intención de vincularlos orgánicamente a Presidencia ni se lo ha comunicado oficialmente. De hecho, han asegurado que han tenido conocimiento del cambio por el real decreto publicado en el BOE.
La nueva organización ya se ha plasmado en las tomas de posesión de este jueves, ya que el director del CNI, Félix Sanz Roldán, ha asistido al relevo en el Ministerio de Presidencia, mientras que su 'número dos', la secretaria general, Elena Sánchez, ha acudido al traspaso en Defensa.
El CNI es el organismo público encargado de facilitar al presidente del Gobierno las informaciones, análisis, estudios o propuestas que permitan prevenir y evitar cualquier peligro, amenaza o agresión contra la independencia o integridad territorial de España, los intereses nacionales y la estabilidad del Estado de derecho y sus instituciones.
Aunque hasta ahora dependía de Defensa, los servicios de inteligencia también trabajan en estrecha colaboración con los Ministerios de Asuntos Exteriores y Cooperación e Interior.
En cualquier caso, según la Ley 11/2002, de 6 de mayo reguladora del Centro Nacional de Inteligencia, su organización, régimen económico y de personal se desarrolla en régimen de "autonomía funcional" bajo la figura de organismo público con personalidad jurídica propia y "plena capacidad de obrar".
Esta ley establece que su director, que tiene rango de secretario de Estado es nombrado "por Real Decreto a propuesta del ministro de Defensa", por un mandato de cinco años, "sin perjuicio de la facultad del Consejo de Ministros de proceder a su sustitución en cualquier momento".
Al margen de la actividad del CNI, Defensa cuenta con el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS), órgano responsable de facilitar a este Ministerio, a través del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), y a las autoridades militares, la inteligencia militar precisa para alertar sobre situaciones de interés militar con riesgo potencial de crisis, procedentes del exterior.
Asimismo, es el único órgano de inteligencia en materia de información e inteligencia militar en los niveles estratégico y operacional y puede prestar el apoyo necesario, en su ámbito, a las operaciones. No obstante, el principal servicio secreto, en capacidad, personal y medios, es el CNI.
TENSIONES ENTRE VICEPRESIDENCIA Y DEFENSA CON ZAPATERO
La pasada legislatura el relevo del director de los servicios secretos fue objeto de tensiones entre Vicepresidencia primera, entonces en manos de María Teresa Fernández de la Vega, y Defensa, dirigido por Chacón.
En abril de 2009, poco antes de que cumpliera el mandato de cinco años al frente del CNI de su exdirector Alberto Saiz, surgieron informaciones en las que se aseguraba que agentes del servicio de inteligencia acusaban a su director de haber utilizado la institución en beneficio propio, entre otras cosas, por haberse servido de su infraestructura para practicar deportes y cazar en Mali.
A pesar de la polémica y frente a la oposición de Defensa, De la Vega anunció que el Consejo de Ministros había decidido que Saiz continuara como director. La entonces 'número dos' del Gobierno defendió la labor del jefe de los espías y negó irregularidades en su labor.
Sin embargo, semanas después, el propio Saiz presentó su dimisión al que era presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, alegando que se marchaba por "responsabilidad con la Institución y sus trabajadores" y para ayudar a evitar su "posible deterioro", pese a la "falsedad" de las acusaciones.
De la Vega reconoció entonces que "no era responsable" ni "bueno para nadie" que se estuviese cuestionando el trabajo del CNI, aunque no respondió si se arrepentía de haber apoyado la renovación de Saiz.
RAJOY CRITICÓ QUE ZAPATERO NO PACTARA EL DIRECTOR
Formalmente, el mandato del actual director no expira hasta julio de 2014, aunque puede ser relevado por el Gobierno de Mariano Rajoy, como suele ocurrir cuando hay un cambio en el Palacio de la Moncloa.
Cuando el Ejecutivo socialista nombró a Félix Sanz Roldán, el ahora presidente criticó que no se hubiera pactado con el PP el nombramiento, ya que estos cargos "deberían ser producto de un acuerdo entre los dos grandes partidos".
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