Eneko Gogeaskoetxea, con nueve causas pendientes, vivía retirado en Inglaterra desde hace más un año, bajo una identidad falsa y acompañado de su familia. Fue reconocido en un club deportivo por un ciudadano español que alertó a la Guardia Civil.
Era uno de los terroristas más buscados de la última década y fue uno de los cabecillas de ETA desde finales de 2008 hasta febrero de 2010, aunque los servicios de Información reconocen que estaba «retirado» de la vanguardia terrorista desde hace un año y medio. EnekoGogeaskoetxea Arronategi fue capturado hoy en la localidad británica de Cambridge, donde residía desde el año pasado, y donde se hacía pasar por uno de los miles de estudiantes y extranjeros que residen en esta popular ciudad universitaria inglesa.
La captura de Gogeaskoetxea, al que incluso llegó a situarse en Venezuela, era una obsesión de las fuerzas de seguridad desde que, junto a otros dos etarras, participó en el magnicidio fallido del reydurante la inauguración del museo Guggenheim de Bilbao en octubre de1997, acción que costó la vida al ertzaina José María Aguirre Larraona, asesinado por los terroristas cuando fueron descubiertos. Durante casi 14 años, el veterano terrorista de 44 años, uno de los más importantes activistas del aparato logístico, especialista en informática y en la innovación tecnológica de las últimas bombas de la banda, logró dar esquinazo a la Policía primero en España y luego en Francia, donde vivió durante los últimos años antes de su retirada a la isla.
Pero su suerte cambió hace sólo unas semanas. Un ciudadano español se topó con él un fin de semana en un popular club deportivo de Cambridge y pudo reconocerlo gracias a una de las fotografías que el Ministerio del Interior ha distribuido durante la última década. De inmediato, lo puso en conocimiento de la Guardia Civil e Interior envió a Gran Bretaña a varios especialistas de la Jefatura de Información y a miembros del Centro Nacional de Inteligencia que, junto a efectivos de la policía local, establecieron vigilancias sobre el sospechoso e intervinieron sus comunicaciones. En cuestión de días confirmaron su identidad y lograron descubrir que residía, junto con con su mujer y sus hijas, en una vivienda de Cambridge, alquilada con documentación falsa.
Hace solo unos días, la Guardia Civil decidió judicializar la investigación. Fue entonces cuando el titular del Juzgado Central de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, remitió a Londres una comisión rogatoria internacional en la que se reclamaba la detención inmediata de Gogeaskoetxea por nueve causas diferentes, incluido el magnicidio frustrado.
La justicia británica dio luz verde a la detención a primera hora del jueves. A las 9.57, el cabecilla terrorista fue capturadoa la salida de su domicilio en Fort Escue Road por los policías ingleses ante la mirada de los agentes españoles que asistieron como «observadores» al arresto. Tras la captura, los agentes procedieron al registro de la vivienda, autorizado previamente por un juez del Reino Unido, para buscar «indicios que permitan esclarecer las actividades terroristas que pudiera desarrollar en la actualidad», según informó el Ministerio del Interior.
La captura de Gogeaskoetxea, al que incluso llegó a situarse en Venezuela, era una obsesión de las fuerzas de seguridad desde que, junto a otros dos etarras, participó en el magnicidio fallido del reydurante la inauguración del museo Guggenheim de Bilbao en octubre de1997, acción que costó la vida al ertzaina José María Aguirre Larraona, asesinado por los terroristas cuando fueron descubiertos. Durante casi 14 años, el veterano terrorista de 44 años, uno de los más importantes activistas del aparato logístico, especialista en informática y en la innovación tecnológica de las últimas bombas de la banda, logró dar esquinazo a la Policía primero en España y luego en Francia, donde vivió durante los últimos años antes de su retirada a la isla.
Pero su suerte cambió hace sólo unas semanas. Un ciudadano español se topó con él un fin de semana en un popular club deportivo de Cambridge y pudo reconocerlo gracias a una de las fotografías que el Ministerio del Interior ha distribuido durante la última década. De inmediato, lo puso en conocimiento de la Guardia Civil e Interior envió a Gran Bretaña a varios especialistas de la Jefatura de Información y a miembros del Centro Nacional de Inteligencia que, junto a efectivos de la policía local, establecieron vigilancias sobre el sospechoso e intervinieron sus comunicaciones. En cuestión de días confirmaron su identidad y lograron descubrir que residía, junto con con su mujer y sus hijas, en una vivienda de Cambridge, alquilada con documentación falsa.
Hace solo unos días, la Guardia Civil decidió judicializar la investigación. Fue entonces cuando el titular del Juzgado Central de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, remitió a Londres una comisión rogatoria internacional en la que se reclamaba la detención inmediata de Gogeaskoetxea por nueve causas diferentes, incluido el magnicidio frustrado.
La justicia británica dio luz verde a la detención a primera hora del jueves. A las 9.57, el cabecilla terrorista fue capturadoa la salida de su domicilio en Fort Escue Road por los policías ingleses ante la mirada de los agentes españoles que asistieron como «observadores» al arresto. Tras la captura, los agentes procedieron al registro de la vivienda, autorizado previamente por un juez del Reino Unido, para buscar «indicios que permitan esclarecer las actividades terroristas que pudiera desarrollar en la actualidad», según informó el Ministerio del Interior.
Llegada a la cúpula
Los servicios de Información de la Guardia Civil y de la Policía sitúan a Gogeaskoetxea en la cúpula de ETA desdediciembre de 2008 tras las caídas de los jefes militares de ETA Aitzol Iriondo, Gurbitz, y Garikoitz Aspiazu, Txeroki, al frente del aparato militar de la banda. Eneko Gogeaskoetxea Arronategi, lleva casi 15 años en la clandestinidad. Se integró en ETA en 1996 como miembro de un grupo de un comando denominado Kattu, que componía junto con su hermano Ibon, en prisión en Francia, y Kepa Arronategi. Aquel talde, según el Ministerio del Interior, cometió diez atentados entre noviembre de 1996 y octubre de 1997.
El 13 de octubre de 1997 terminó su trayectoria como terrorista legal. Ese día el comando Kattu había planeado lanzar varias granadas durante la visita de don Juan Carlos a Bilbao para inaugurar el museo Guggenheim. Los etarras, sin embargo, fueron descubiertos por la Ertzaintza cuando colocaban los lanzaproyectiles y dispararon contra los agentes. Uno de ellos, José María Aguirre Larraona, fue alcanzado por un proyectil y a Kepa Arronategi se le detuvo de inmediato. Los hermanos Gogeaskoetxea, por el contrario, lograron huir a Francia, donde, según Interior, «se integraron en las estructuras directivas clandestinas de la banda terrorista».
Durante 2006 y 2007, Gogeaskoetxea estuvo encuadrado en el aparato de logística, volcado en cuerpo y alma en lafabricación de explosivos junto a Elgorriaga Kuntze, el gran cerebro tecnológico de la banda. Sin embargo, desde la primavera de 2008 los organigramas de Interior le situaban en la esfera de Txeroki, e incluso algunos analistas le colocaban como jefe de comandos de la banda, en igual estatus que Aitzol Iriondo. En cualquier caso, todos los especialistas le situaban por entonces como miembro de Zuba, comité ejecutivo de ETA, junto a otros dirigentes destacados, como Iratxe Sorzabal.
No obstante, Gogeaskoetxea se habría desvinculado de la cúpula de la banda terrorista tras la caída de su hermano Ibon, en febrero de 2010 en Normandía, con quien compartía el mando de los aparatos logístico y militar de ETA. Los servicios antiterroristas creen que poco después tomó la decisión de marcharse de Francia e instalarse el Reino Unido.
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