-- España, en alerta: al conocerse la muerte de Osama Bin Laden, el Gobierno de España convocó una serie de reuniones con representantes de los organismos de seguridad del Estado. Allí se encontraban, entre otros, el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, José Julio Rodríguez, o el director del Centro Nacional de Inteligencia, Félix Sanz Roldan. En esos encuentros se analizaron las represalias que podrían surgir tras la muerte de Bin Laden, tanto en el exterior como en el interior. En el interior de España, el nivel de alerta no se elevó –está en el 2 de un total de 4-.
--Riesgo de secuestros: según las Fuerzas de Seguridad del Estado, no hay pruebas de que el riesgo de secuestros haya aumentado en zonas de influencia islámica. Pero no se descarta. Desde Exteriores se pide que se aumenten las medidas de seguridad y se extreme la precaución. La zona del Magreb está ahora mismo en estado de alerta máxima, tras el atentado de Marrakech. Al igual que toda la parte sur del Sahara –Mauritania, Mali-, donde el peligro de secuestro es alto si se trata de un ciudadano occidental. La muerte de Bin Laden no ha aumentado este peligro, pero si la preocupación por el qué harían los secuestradores en caso de producirse. AQMI mantiene secuestrados a varios franceses. En los foros yihadistas han pedido al grupo responsable de su cautiverio que “ejecute a uno de los rehenes” como represalia por el “apoyo de Sarkozy a la operación contra Bin Laden”.
--No se descarta un atentado: sin embargo, la Policía y los servicios de información ya han transmitido al Gobierno que los principales focos de amenazas están “controlados”. Es una labor que se viene desarrollando desde los atentados del 11 de marzo de 2004 en aquellos núcleos urbanos de mayor presencia de población musulmana. Según los informes elaborados por las Fuerzas de Seguridad del Estado, los elementos de ideología ‘salafista’ son relativamente fáciles de identificar. En muchas ocasiones son identificados por personas de credo islámico alejadas de postulados radicales. Por tanto, no parece haber un grupo preparado para una acción inminente. El mayor riesgo viene del norte de África, de la filial magrebí de Al Qaeda.
--Al Qaeda en el Magreb Islámico: esta filial –desde que en 2006 jurara lealtad a Al Qaeda- es una de las más peligrosas y sanguinarias del momento. Las Fuerzas de Seguridad del Estado contemplan a AQMI como la principal amenaza yihadista presente en el territorio español, aunque se considera que las células establecidas en España no son de ‘combate’, sino de captación y financiación.
Proviene del denominado Grupo Salafista para la Predicación y el Combate, al que se le atribuye cierta colaboración con la organización y ejecución de los atentados terroristas del 11 de marzo. Fue el grupo que mantuvo secuestrados durante meses a los tres cooperantes catalanes secuestrados en Mauritania. En los mensajes radiados y televisados emitidos por líderes de Al Qaeda, siempre que se hace referencia a AQMI, se especifica que uno de sus objetivos deben ser españoles y franceses.
La violencia de este grupo supera a todo lo conocido hasta ahora en el Magreb. Un dato: en abril de 2007, militares argelinos que perseguían a una célula de esta filial encontraron los cuerpos sin vida de 22 niños. Se trataba de los hijos de los propios militantes yihadistas, a los que adosaron explosivos y los hicieron estallar para evitar que fueran capturados. Su última acción fue la bomba que mató a 19 personas en Marrakech la pasada semana.
--¿Peligran nuestras tropas?: nada más darse a conocer la operación norteamericana que neutralizó al terrorista más buscado del mundo, la ISAF –el mando de la OTAN para la misión internacional en Afganistán- comunicó a todos los aliados que deberían extremarse las precauciones ante una posible acción de represalia de la insurgencia afgana de corte yihadista. La principal amenaza es la que conforman los integrantes de la Quetta Shura, un grupo con origen en Pakistán y muy cercano a los postulados de Al Qaeda. El terrateniente de este grupo en la zona de influencia de España en Afganistán –provincia de Badghis- murió en una operación estadounidense en diciembre de 2010. Pese a ello, ya hay un nuevo liderazgo y las tropas españolas que operan en la zona están expuestas a una acción terrorista.
--Riesgo de secuestros: según las Fuerzas de Seguridad del Estado, no hay pruebas de que el riesgo de secuestros haya aumentado en zonas de influencia islámica. Pero no se descarta. Desde Exteriores se pide que se aumenten las medidas de seguridad y se extreme la precaución. La zona del Magreb está ahora mismo en estado de alerta máxima, tras el atentado de Marrakech. Al igual que toda la parte sur del Sahara –Mauritania, Mali-, donde el peligro de secuestro es alto si se trata de un ciudadano occidental. La muerte de Bin Laden no ha aumentado este peligro, pero si la preocupación por el qué harían los secuestradores en caso de producirse. AQMI mantiene secuestrados a varios franceses. En los foros yihadistas han pedido al grupo responsable de su cautiverio que “ejecute a uno de los rehenes” como represalia por el “apoyo de Sarkozy a la operación contra Bin Laden”.
--No se descarta un atentado: sin embargo, la Policía y los servicios de información ya han transmitido al Gobierno que los principales focos de amenazas están “controlados”. Es una labor que se viene desarrollando desde los atentados del 11 de marzo de 2004 en aquellos núcleos urbanos de mayor presencia de población musulmana. Según los informes elaborados por las Fuerzas de Seguridad del Estado, los elementos de ideología ‘salafista’ son relativamente fáciles de identificar. En muchas ocasiones son identificados por personas de credo islámico alejadas de postulados radicales. Por tanto, no parece haber un grupo preparado para una acción inminente. El mayor riesgo viene del norte de África, de la filial magrebí de Al Qaeda.
--Al Qaeda en el Magreb Islámico: esta filial –desde que en 2006 jurara lealtad a Al Qaeda- es una de las más peligrosas y sanguinarias del momento. Las Fuerzas de Seguridad del Estado contemplan a AQMI como la principal amenaza yihadista presente en el territorio español, aunque se considera que las células establecidas en España no son de ‘combate’, sino de captación y financiación.
Proviene del denominado Grupo Salafista para la Predicación y el Combate, al que se le atribuye cierta colaboración con la organización y ejecución de los atentados terroristas del 11 de marzo. Fue el grupo que mantuvo secuestrados durante meses a los tres cooperantes catalanes secuestrados en Mauritania. En los mensajes radiados y televisados emitidos por líderes de Al Qaeda, siempre que se hace referencia a AQMI, se especifica que uno de sus objetivos deben ser españoles y franceses.
La violencia de este grupo supera a todo lo conocido hasta ahora en el Magreb. Un dato: en abril de 2007, militares argelinos que perseguían a una célula de esta filial encontraron los cuerpos sin vida de 22 niños. Se trataba de los hijos de los propios militantes yihadistas, a los que adosaron explosivos y los hicieron estallar para evitar que fueran capturados. Su última acción fue la bomba que mató a 19 personas en Marrakech la pasada semana.
--¿Peligran nuestras tropas?: nada más darse a conocer la operación norteamericana que neutralizó al terrorista más buscado del mundo, la ISAF –el mando de la OTAN para la misión internacional en Afganistán- comunicó a todos los aliados que deberían extremarse las precauciones ante una posible acción de represalia de la insurgencia afgana de corte yihadista. La principal amenaza es la que conforman los integrantes de la Quetta Shura, un grupo con origen en Pakistán y muy cercano a los postulados de Al Qaeda. El terrateniente de este grupo en la zona de influencia de España en Afganistán –provincia de Badghis- murió en una operación estadounidense en diciembre de 2010. Pese a ello, ya hay un nuevo liderazgo y las tropas españolas que operan en la zona están expuestas a una acción terrorista.
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