Fuentes solventes consultadas, explican que el ‘reagrupamiento’ responde a la estrategia del ministerio del Interior de alentar la ‘vía Otegi’, llamada también posibilista, para que controle los movimientos en la izquierda abertzale, frente al sector que está más influido por ETA.
Se trata de un movimiento táctico de ministro Rubalcaba adoptado tras comprobar que, de momento, la maniobra de reagrupar presos ‘disidentes’ en Nanclares (Álava), Villabona (Asturias) y Zuera (Zaragoza) puede estar tocando techo o, cuando menos, se encuentra momentáneamente atascada.
El número de reclusos etarras que ha sido beneficiado por estas medidas de gracia de Interior no ha crecido en los últimos meses al ritmo esperado, si bien la vía se mantiene abierta.
La decisión de ubicar a Arkaitz Rodríguez Torres en la misma cárcel y en el mismo módulo en el que está Otegi (que sigue siendo el máximo referente de la izquierda abertzale) tiene por objetivo, según las fuentes consultadas, facilitar que ambos tengan contactos más directos y que sus instrucciones sean fácilmente canalizadas y transmitidas a los que están fuera del ‘mako’, como Rufino Etxeberría y Rafael Díaz Usabiaga.
Aunque el menos conocido de los cuatro, Rodríguez es también un ‘peso pesado’ en el mundo batasuno. Fue detenido en 2009, en la misma operación que los anteriores, por intentar reorganizar la ilegal Batasuna. Tenían pensado crear Bateragune, cuyo objetivo era “facilitar los contactos y aproximaciones con formaciones o agentes políticos y sociales soberanistas e independentistas”.
Para alcanzar esa aproximación, Bateragune intentaría “conseguir treguas encubiertas para Euskal Herria de acciones de ETA”. Estas intenciones -hoy de plena actualidad- están recogidas en el auto de prisión dictado en 2009 por el juez Baltasar Garzón contra Otegi, Díaz Usabiaga, Rodríguez Torres, entre otros miembros de Batasuna.
El entonces titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional agregó en su escrito, en el que les acusaba de integración en organización terrorista, que ETA había ordenado a Bateragune crear un ‘referente político’ en la primavera de 2010 para concurrir a las elecciones municipales y forales de 2011. La ‘hoja de ruta’ se está cumpliendo.
Se trata de un movimiento táctico de ministro Rubalcaba adoptado tras comprobar que, de momento, la maniobra de reagrupar presos ‘disidentes’ en Nanclares (Álava), Villabona (Asturias) y Zuera (Zaragoza) puede estar tocando techo o, cuando menos, se encuentra momentáneamente atascada.
El número de reclusos etarras que ha sido beneficiado por estas medidas de gracia de Interior no ha crecido en los últimos meses al ritmo esperado, si bien la vía se mantiene abierta.
La decisión de ubicar a Arkaitz Rodríguez Torres en la misma cárcel y en el mismo módulo en el que está Otegi (que sigue siendo el máximo referente de la izquierda abertzale) tiene por objetivo, según las fuentes consultadas, facilitar que ambos tengan contactos más directos y que sus instrucciones sean fácilmente canalizadas y transmitidas a los que están fuera del ‘mako’, como Rufino Etxeberría y Rafael Díaz Usabiaga.
Aunque el menos conocido de los cuatro, Rodríguez es también un ‘peso pesado’ en el mundo batasuno. Fue detenido en 2009, en la misma operación que los anteriores, por intentar reorganizar la ilegal Batasuna. Tenían pensado crear Bateragune, cuyo objetivo era “facilitar los contactos y aproximaciones con formaciones o agentes políticos y sociales soberanistas e independentistas”.
Para alcanzar esa aproximación, Bateragune intentaría “conseguir treguas encubiertas para Euskal Herria de acciones de ETA”. Estas intenciones -hoy de plena actualidad- están recogidas en el auto de prisión dictado en 2009 por el juez Baltasar Garzón contra Otegi, Díaz Usabiaga, Rodríguez Torres, entre otros miembros de Batasuna.
El entonces titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional agregó en su escrito, en el que les acusaba de integración en organización terrorista, que ETA había ordenado a Bateragune crear un ‘referente político’ en la primavera de 2010 para concurrir a las elecciones municipales y forales de 2011. La ‘hoja de ruta’ se está cumpliendo.
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